Armando Meza hace parte del personal de la salud que está luchando de frente con un enemigo microscópico que ha cobrado la vida de miles de personas. El jefe de enfermería ha sido testigo de cómo la sala UCI del hospital María Inmaculada, en Florencia, se ha llenado hasta el punto en que deben atender a los pacientes en los pasillos.
Acá la situación es muy difícil y ha cobrado muchas vidas. Acá en nuestro departamento ha golpeado muchísimo y hay compañeros contagiados también
Muchos colegas han resultado contagiados deCOVID-19 , por lo que hay escasez de personal médico y a él le tocado doblar sus turnos de trabajo, en los que ha visto como la muerte ronda de forma despiadada.
Es “algo frustrante porque uno no quiere como profesional que un paciente fallezca, quiere que sea un paciente recuperado”.
Las UCI en Florencia ya completan ocho días con su máxima capacidad, por lo que las autoridades locales le pidieron al Gobierno Nacional que envíe profesionales de la salud, nacionales o extranjeros, ante el aumento de los contagios en el personal.
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