Estados Unidos cuenta con dos tratamientos orales para el COVID-19 , los cuales podrían marcar la diferencia para las personas con alto riesgo. Aunque el nivel de efectividad comprobado entre los dos dista mucho el uno del otro, ambos son capaces de reducir el riesgo de hospitalizaciones.
El objetivo de estos fármacos es reducir al mínimo el número de muertes por complicaciones del coronavirus a través de un tratamiento con pastillas que se puede suministrar en casa. No son para todo tipo de paciente, sino especialmente “aquellos que tienen trasplantes, cáncer, el sistema inmune comprometido”, explica la epidemióloga Dadilia Garcés.
Uno de los tratamientos aprobados en ese país es de la farmacéutica Pfizer, se llama Paxlovid y es un combinado de dos antivirales, cuya efectividad ronda el 90%.
El segundo es de la farmacéutica Merck. Se llama Molnupiravir y su efectividad ronda el 30%.
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“Lo que lleva es a que el virus tenga errores genéticos al momento de reproducirse (…) esto permite que no se reproduzca adecuadamente y por esto los síntomas disminuyen”, añade Garcés.
En ambos casos, el tratamiento se administra solo bajo prescripción médica y desde ya hay escasez en las farmacias de EE. UU.
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Para especialistas en epidemiología, aunque actualmente el país cuenta con tratamientos avanzados para tratar el COVID-19, no se puede bajar la guardia.
Este virus nos ha mostrado que es muy fácil de cambiar y que vino para quedarse, así que tenemos que aprender a convivir con el virus por medio de la vacunación y tratar de que los sistemas de salud no colapsen con nuevas olas que no podamos controlar.
Dado que Estados Unidos no realizó compras masivas de este tratamiento oral para COVID-19 por adelantado, como lo hizo con las vacunas, de las 20 millones de órdenes que ya solicitó, las primeras 10 serán entregadas en junio.