Aunque las fallas renales se pueden prevenir, la mayoría se entera cuando el daño está avanzado. Un chequeo a tiempo hace la diferencia.
Entre los factores de riesgo están la diabetes y la hipertensión, pero también: fumar, automedicarse de manera crónica, tener enfermedades autoinmunes, antecedentes de cálculos renales, entre otros.
Si tiene síntomas como orinar con espuma, fatiga, cansancio o anemia, es mejor consultar.
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