Desde distintos sectores se denuncia la escasez de los anticonceptivos y otros medicamentos en Colombia. Para hablar de este tema, el doctor Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, estuvo en Noticias Caracol.
¿Cuál es el impacto de la escasez?
“El impacto básicamente está en el riesgo en que podemos poner a la población ante el fenómeno de no conseguir el método anticonceptivo que venían utilizando tradicionalmente. Por eso es importante aclarar que, ante la escasez de algunas de las mezclas para hacer píldoras anticonceptivas, existen opciones que pueden ser o cambiar de principio activo o cambiar de método, dependiendo de lo que la paciente necesite”.
¿También hay escasez de métodos inyectables?
“Lo que se ha reportado de escasez ha sido en píldoras anticonceptivas. Sin embargo, desde hace algún tiempo, se venía viendo una escasez en el inyectable de cada tres meses. Nosotros en Profamilia trabajamos duramente para poder ponerlo a disposición en el mercado, ya desde hace unos tres o cuatro meses que lo tenemos disponible”.
Vargas envió un mensaje de tranquilidad señalando que lo que está ocurriendo se debe a una coyuntura.
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“La campaña básicamente tiene dos mensajes: primero, es un mensaje de tranquilidad, esto es una coyuntura, no necesariamente va a ser permanente y que es una coyuntura que es fácilmente rescatable o solucionable. Existe otra cantidad de asociaciones en píldoras anticonceptivas, el Invima hablaba de alrededor de 68 marcas registradas”, agregó.
En caso de considerar el cambio de método, debe tener en cuenta lo siguiente:
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“Hay dos recomendaciones fundamentales: si va a cambiar dentro del mismo principio activo, pero solamente de marca comercial, es decir, va a ser el mismo principio activo y la misma concentración, no es necesaria la valoración médica, pero si es necesario hacer el cambio a otros principios activos dentro de las mismas píldoras anticonceptivas, pero asociaciones diferentes, es importante que hagan una valoración con un profesional de la salud para conocer dentro de su historia clínica, tanto personal, como familiar, algunos factores de riesgo que nos dicen qué moléculas sí podríamos utilizar y cuáles no”.
“Y una tercera recomendación: si quiere cambiar a otro método, como por ejemplo un método de larga duración, pues ahí sí requiere valoración por profesional de la salud, porque además estos métodos deben ser puestos por personal entrenado”.