En la época de vacaciones, las personas buscan tomar el sol y broncearse la piel. Sin embargo, la exposición directa, incluso por pocos minutos y sin protección, puede causar múltiples daños a corto y largo plazo.
“Enrojecimiento, ardor, dolor o se pueden formar ampollas. A un paciente que tiene más predisposición de generar manchas le van a salir más, va a envejecer más rápido y puede generar cáncer de piel”, afirma David Eduardo Reyes, dermatólogo.
Es importante evitar exponerse al sol cuando la radiación es más intensa, que es entre las diez de la mañana y las tres de la tarde.
También es vital buscar sombra, usar sombreros de ala ancha y utilizar el protector solar que tenga filtros SPF 30+ o 50+. “La reaplicación es fundamental porque en tierra caliente se suda más. El calor hace que el protector se caiga o que no produzca el mismo efecto, así que toca ponerlo cada una o dos horas”, dice el dermatólogo.
En el caso de los niños, todo depende de la edad que tengan. Un bebé menor de 6 meses no debe ser expuesto directamente al sol y tampoco se le debe aplicar protector solar porque se puede presentar algún tipo de irritación.
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Explica David Eduardo Reyes que a los menores mayores de 6 meses sí se les debe poner protector y llevar a cabo las medidas de protección como la gorra y ropa que evite quemaduras.
Si se llega a presentar un accidente con la radiación solar es importante tener en cuenta:
- Utilizar compresas con agua fría
- Aplicar geles con aloe vera para evitar inflamación
- Estar en constante hidratación
- Si presenta ampollas, acudir al médico para impedir usar implementos inadecuados
Otro enemigo de la piel en vacaciones son los mosquitos, así que es primordial llevar repelente de insectos y nunca se debe aplicar en contacto con el sol porque pueden quedar manchas.
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Tampoco se pueden usar cítricos, ya que estos también provocan manchas en la piel, las cuales se demoran en quitar y generan ampollas, dependiendo de la severidad.
Por último, si se presentan alergias, en el botiquín de viaje no pueden faltar antihistamínicos y, ante síntomas persistentes y que no mejoran, hay que consultar al médico.