Buñuelos, natilla, galletas, tamales, entre muchos otros manjares son los más esperados en esta época de Navidad. Sin embargo, se cometen muchos errores al comerlos, el principal, el exceso.
Lina María Valencia, nutricionista dietista, afirma que a "las frituras, como el buñuelo; azúcares, que están presentes en la natilla o el arequipe y la sal, que está presente en los embutidos, les aumentamos mucho el consumo en esta época. También los ultraprocesados y las harinas refinadas, como son las galletas típicas”.
Excesos que pueden afectar la salud, detonar y descontrolar enfermedades crónicas como Diabetes, Hipertensión, problemas cardiacos e incluso Cáncer.
”Puede haber problemas de gases, gastritis o ardor en el estómago. El reflujo es una de las más constantes y no lo podemos normalizar, porque tiene efectos secundarios. Tenemos que conectar cada vez más con esas señales de llenura, comer despacio, masticar, saborear y parar cuando llegue la señal de saciedad”, dijo la experta.
Por eso, en la época de Navidad hay que aprender a hacer un buen balance con las comidas.
La nutricionista lo explicó así: “Sí es posible que cambiemos ciertas conductas. ¿Por qué me tengo que comer dos, tres, cuatro buñuelos? Con uno que me coma está bien. Además, el buñuelo está frito y la hojaldra también está frita. Creo que tendría que escoger por alguno de los dos. Sí, en el plato navideño hay muchos manjares, pero todos juntos no son buenos para nuestra salud. Entonces, debemos moderar muy bien la porción”.
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El pecado no está en consumirlos, sino en aspectos como las porciones y las preparaciones. Además, en no incluir hábitos sencillos como mantenerse bien hidratado.
“Ojo, no solamente importa cómo pongo ese plato navideño, sino qué he comido en el resto del día, si me excedí en el desayuno o en el almuerzo, si me excedí en la novena de la noche. Es importante acompañar estos platos con una buena porción de ensalada, que nos da fibra para regular lo que absorbemos de azúcares y de grasas. Consumir una buena cantidad de agua", además, "hay una alternativa para los buñuelos que no siempre deben ser fritos, pues también se pueden hornear”, manifestó Lina María Valencia.
Expertos indican que hay muchas razones para que las personas se cuiden y no se excedan ni en esta época ni en ningún momento del año. Por ello, es importante que presten más atención a lo que eligen, preparan o sirven, ya que es posible vivir una Navidad saludable.
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