¿El uso del cigarrillo electrónico puede generar adicción a otras sustancias?

Con la reciente aprobación de la ley para regular el cigarrillo electrónico en Colombia, diferentes sectores se unen para sumar esfuerzos y evitar que estos dispositivos sigan llegando a los más jóvenes.

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Colombia dio un paso crucial para la protección de la salud pública al aprobar la ley para regular los cigarrillos electrónicos y es que no hay que ver cifras internacionales para darse cuenta de la magnitud del problema.

“En Colombia ya está documentado que existen niños que están vapeando desde los 7 años en el colegio y las cifras se han casi triplicado de lo que se conocía previamente del 2016. Actualmente, el 33% de los niños en edad escolar, de secundaria, están usando dispositivos electrónicos”, precisó Sonia María Restrepo, neumóloga pediatra de la Fundación Santa Fe.

Detrás de esta realidad hay múltiples razones, un estudio de la Universidad de Oxford muestra que, por ejemplo, 54% lo hace por curiosidad y 43%, por los sabores. Pero, además, hay factores físicos e incluso emocionales.

Catalina Botero, psicóloga de la Fundación Santa Fe, puntualizó que “la evidencia ya nos está diciendo que sí existe una relación, que es un tema que seguramente va en doble vía: me siento mal, consumo cigarrillo, pero consumo cigarrillo y también me siento mal y, evidentemente, está favoreciendo que se mantenga este hábito”.

Contrario a lo que se puede pensar, el cigarrillo electrónico se puede convertir en la puerta de entrada a otras adicciones.

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“Los jóvenes que comienzan a usar cigarrillo electrónico tienen cuatro veces más posibilidades de pasar al cigarrillo convencional y a otro tipo de sustancias”, indicó el psicólogo Carlos Andrés Gantiva.

Ante la reciente aprobación de la ley que regula el cigarrillo electrónico en el país, desde las universidades saben los retos que enfrentan y ya se adelantan estrategias para hacerle frente a este problema de salud pública, como se puso sobre la mesa este martes, 7 de mayo de 2024, en un coloquio realizado en la Universidad de Los Andes.

Y ante temas como la presión social, que es otro factor determinante en el inicio, los compañeros y amigos también entran a jugar un papel muy importante. “Cuando tú eres capaz de identificar cuál es el riesgo que hay sobre tu salud, te piensas dos veces la decisión de consumir o no”, señaló Diana Agudelo, decana de la Universidad de Los Andes.

Según la Secretaría de Salud de Bogotá, 3 de cada 10 jóvenes que prueban estos dispositivos mantienen el consumo 6 meses después de haber iniciado.