Que la velocidad de casos y muertes por el COVID-19 se haya desacelerado no significa que la pandemia se acabó. Lo que quiere decir, afirma la doctora Fernanda Hernández, es que se debe mantener el esfuerzo para que no vuelva a dispararse la enfermedad en Colombia.
Relajarse teniendo a la variante delta y gente que aún no se ha contagiado ni vacunado podría llevar al país a vivir lo mismo que en Estados Unidos y Europa, donde hay nuevos picos y los más afectados son los no vacunados.
La falsa sensación de seguridad por haberse inmunizado o haber tenido COVID-19 no es excusa para no usar bien el tapabocas, estar en lugares ventilados y acudir a eventos masivos sin mantener protocolos.
María Angélica Maya, de la Asociación Colombiana de Infectología Capítulo Antioquia, sostiene que “no tenemos que aceptar que venga una nueva ola como una realidad irremediable. Nosotros podemos poner nuestro granito de arena para que esa ola se aplace, para que nos dé tiempo de vacunar a más personas y para que el número de muertes diarios llegue incluso a cero”.
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Por su parte, Luis Jorge Hernández, médico salubrista y epidemiólogo de la Universidad de los Andes, les recuerda a los ciudadanos “que la pandemia no se ha acabado, que la variante delta -que es más transmisible, más infecciosa- sigue siendo una amenaza. Es importante reforzar la vacunación, vacunarse todos los grupos de edad, las coberturas siguen siendo bajas en menores de 50 años”.
Asimismo, hace un llamado a semanas de que empiece el receso escolar.
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Es “importante no bajar la guardia. El virus se transmite en conglomerados, en interacciones humanas. Disminuya esos contactos, disminuir los aforos”, pide.
La doctora Maya también recuerda que aquellas personas con “síntomas respiratorios deben consultar a sus aseguradores, informar los síntomas. Los aseguradores deben permitir la toma de la muestra a personas vacunadas y no vacunadas, ya que las personas vacunadas también pueden infectarse y llevar la enfermedad a personas vulnerables que pueden terminar con casos graves de COVID-19”.
No bajar la guardia es la clave para proteger a los más vulnerables al coronavirus: no solo los adultos mayores y personas con comorbilidades o con problemas de sus defensas, también quienes aún no se han vacunado.
Recuerde que hay mayor inmunidad dos semanas después de haber recibido la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 y los mayores de 70 años deben estar preparados para empezar a recibir el refuerzo desde octubre.
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