El coronavirus COVID-19 sigue cobrando la vida de los profesionales de la salud y demostrando que es una enfermedad impredecible. Esta es la historia de Andrés, un paramédico de 29 años que falleció a causa de la enfermedad.
Andrés trabajaba en un avión ambulancia que trasladaba a pacientes contagiados del virus desde una ciudad a otra. Se presume que el contagio se produjo durante la realización de sus labores cotidianas.
Según su esposa, él contrajo la enfermedad durante el turno del 31 de diciembre del 2020.
“Antes de terminar su jornada laboral me dice que siente dolor de cabeza y gripe. Le compro medicamentos para aliviarlo. Estuvo siete días en casa, se empezó a sentir ahogado, su temperatura subió y sentía calosfríos. Me pidió que lo llevara al hospital más cercano y fuimos a la clínica Medical”, contó Dayana Bravo, esposa de la víctima.
Publicidad
Dayana aseguró que su pareja no tenía comorbilidades y que falleció luego de un paro cardíaco:
Publicidad
Él no tenía comorbilidades, era sano. Él ingresa a la clínica, me dice que no lo atendieron rápido. El 10 de enero me dice que está asustado porque los médicos le dijeron que lo iban a intubar. Lo subieron a una UCI y luego entra en un paro cardíaco del que no pudo salir
La historia de Andrés es la muestra de que el coronavirus es una enfermedad que no respeta edades ni profesiones.