La displasia de cadera es una condición que afecta a 1 de cada 100 niños en Colombia. Lo que sucede es que el fémur no encaja correctamente con la cavidad de la cadera, ya que esta cavidad es recta. Se presenta más en niñas.
“Influye la posición durante el embarazo y que haya antecedentes familiares, sube de un 12 a Un 32 por ciento si hubo displasia en el hermano, en el papá o en la mamá. (Además) antecedentes durante el embarazo, por ejemplo, que haya alteraciones en el útero o los partos generales”, explica Diego Fernando Ortiz, ortopedista infantil del Instituto Roosevelt.
No se identifica a simple vista, por eso es importante exigir un examen de cadera para diagnosticarla a tiempo.
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El especialista agrega que “todo niño a los 4 meses de edad, idealmente entre los 4 y 6 meses, debe tener una radiografía de cadera porque eso nos va a evitar que quede el techo plano y al quedar plano, a largo plazo, se desgasta la articulación y necesitaría, por ahí a los 20 o 30 años, un reemplazo de cadera”.
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Para mejorarla se hace un tratamiento sencillo: “usualmente una férula que dura, más o menos, unos tres meses día y noche, y posteriormente, dependiendo de la evolución con la radiografía, otros tres meses en la noche. Si se diagnostica mucho más temprano hay unas correas, que se llaman el arnés de Pavlik, que nos sirven para posicionar la cadera".
Tratar la displasia adecuadamente evita muchas complicaciones.
“Un sobandero lo que puede hacer es desencajar la cadera y un tratamiento que era tan sencillo como ponerle una ferulita tres meses va a resultar en una cirugía para el niño; eso es lo que tenemos que evitar y la gente se tiene que concientizar de eso, que ni sobarlo, ni envolverlo o fajarlo es solución para la displasia de la cadera”, subraya el ortopedista.
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Si usted tiene un bebé menor a 6 meses, exija a su pediatra una radiografía de cadera. Entre más temprano se detecte y se trate, son menores las afectaciones a largo plazo.