En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, un grupo de niños que padece de esta enfermedad y otros con síndrome de Asperguer y déficit de atención recibieron terapia con delfines en el Acuario de El Rodadero en Santa Marta.
La conexión con el cuerpo de los delfines y las ondas sonoras que estos mamíferos marinos emiten resultaron muy importantes para los pequeños. Vicky Muriel, coordinadora del programa de ‘delfinoterapia’ en el Acuario de El Rodadero, explicó que el contacto con los delfines “busca producir bienestar, alegría e incidir en la parte cognitiva de los niños”.
Por su parte, Claudia Montaño, directora de Obras Sociales de la Policía de Santa Marta, aseguró que la ‘delfinoterapia’ “genera una gran sensibilidad en los infantes al entrar en contacto con las ondas ultrasónicas. Además, les ayuda en la conexión neuronal, logrando así efectos corporales, de coordinación, comunicación, relaciones sociales, y mejores estados de ánimo y comportamentales”.
Los padres de los niños con autismo ya sienten la diferencia de este método traído de Estados Unidos. Por ejemplo, Daniela Jiménez aseguró que "las terapias a la niña le han favorecido muchísimo porque ha cambiado su actitud, ahora es más feliz, está un poco más calmada y su hora de sueño es perfecta".
Algunos niños con problemas de expresividad también han dejado ver grandes cambios en su comportamiento. "Mi hijo no demuestra sus sentimientos, pero cuando está aquí con los delfines transmite sus emociones, se ríe desde que llega hasta que sale", dijo Milena Urbina.
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La terapia con delfines, aunque ha sido estudiada por fuera del país, viene siendo aplicada desde hace varios meses por especialistas que hacen parte del Acuario de El Rodadero.