La tiroides
es una pequeña glándula ubicada en la parte delantera del cuello. Su función es producir hormonas o ciertas sustancias esenciales para múltiples funciones del organismo.
“Tiene que ver con el cabello, las uñas, la piel, el ánimo, energía, capacidad de pensar, fluidez verbal, movimiento de los latidos cardíacos, movimiento del intestino, mejor dicho, la tiroides es la pila que mueve el cuerpo”, aseguró Carlos Alfonso Builes, endocrinólogo.
Cuando la glándula deja de funcionar correctamente pueden producirse distintas enfermedades.
“La más común es el hipotiroidismo, es decir, la tiroides lenta. Puede haber hipertiroidismo, es decir, la tiroides rápida. Pueden existir nódulos dentro de la tiroides y la importancia de los nódulos es que hasta 5% de los nódulos palpables podrían llegar a ser una forma de cáncer de tiroides”, agregó el experto.
Se estima que 5 millones de colombianos viven con hipotiroidismo, pero pueden ser muchos más. Por eso es importante conocer los factores de riesgo.
“El factor más importante es la herencia. Si en tu familia hay alguien con hipotiroidismo y tienes síntomas, debes pedir ayuda, pues es probable que hayas sacado la misma herencia. El cigarrillo podría alterar la función de la tiroides. Algunos déficits nutricionales, especialmente la falta de hierro, selenio, magnesio, vitamina D”, sostuvo Builes.
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Los síntomas del hipotiroidismo son inespecíficos, sin embargo, se debe estar atentos a ciertas señales de alarma.
“Si usted llega a notar que hay un abultamiento en la zona anterior del cuello, debe consultar con su médico. Si además de eso usted nota que su vitalidad, su energía, su capacidad de pensar, memorizar, planear y ejecutar están cambiando, junto con la piel seca, estreñimiento, un hábito mucho más lento, todo gira en cámara lenta, pues se debe pedir al médico la evaluación de la función tiroidea”, explicó el médico.
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El hipotiroidismo puede tratarse de manera sencilla con el suministro del medicamento que remplaza la hormona faltante, la clave está en tomarlo según las recomendaciones del médico.
No se debe culpar de todo a la tiroides, pero es vital que se chequee después de los 50 años.