El inicio del plan de vacunación contra el COVID-19 no es sinónimo del fin de la pandemia, así lo advierte el infectólogo Carlos Pérez. Según el médico, es necesario inmunizar, al menos, a 35 millones de personas en nuestro país para recuperar poco a poco la normalidad.
“De nada sirve vacunar si seguimos infectándonos, porque pueden aparecer mutaciones y linajes que puedan hacer la vacunación inefectiva”, expone Pérez.
Además, el relajamiento social podría desencadenar un tercer pico de contagios, lo que resultaría fatal, principalmente, para las poblaciones en riesgo.
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“El comportamiento de las olas no depende ni de los decretos ni de los pico y cédulas, depende es del comportamiento humano, no del virus. Si se aumentan las interacciones humanas, tendremos nuevos picos. Necesitamos compromiso social”, explica el infectólogo.
“La tercera ola es una amenaza latente. ¿De qué depende que aparezca? De nuestro comportamiento. ¿De qué depende que no aparezca? De que mantengamos el distanciamiento, la ventilación de espacio y las medidas de higiene que ya conocemos”, añade.
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Ojo con reutilizar el tapabocas de tela sin lavarlo
Según un estudio de la Universidad Manuela Beltrán, al reutilizar un tapabocas desechable o no lavar el de tela las personas se exponen a una acumulación de bacterias.
- Tapabocas de tela reutilizado sin lavar: recoge 280 tipos de bacterias.
- Tapabocas quirúrgico reutilizado: recoge 168 tipos de bacterias.
- Tapabocas N95 reutilizado: recoge 230 tipos de bacterias.
Aglomeraciones e indisciplina en las calles
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Como si la llegada de la vacuna fuera la luz verde que se estaba esperando para regresar a la normalidad, miles de ciudadanos decidieron salir a las calles, parques, y centros comerciales sin pensar en que el COVID-19 no se ha ido.
"Es muy riesgoso porque la gente cree que porque llegó la vacuna ya se solucionó y la verdad toca esperar", advierte Germán Colorado, habitante de Bogotá.
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"Ya sale mucha gente y muchas personas no se están cuidando", comenta una transeúnte preocupada.
Tras el inicio de la vacunación, este fin de semana los ciudadanos en Bogotá parecían desbordados saliendo, muchos ni siquiera con los cuidados mínimos.
"No solo yendo a centros comerciales, yendo a parques, yendo a restaurantes, todo está lleno desde temprano", señala David Rueda, ciudadano.
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Gente sin tapabocas -o con él de barbilla-, personas comiendo en la calle, muchos hablando sin distanciamiento y otros olvidando que pasarse las manos por la cara es un riesgo impresionante. En resumen: la mayoría totalmente relajados.
"Definitivamente la cultura nuestra da para eso, este es el momento en el que nos debemos cuidar más, la vacuna no significa seguridad al 100 por ciento, el tapabocas sí", resalta Gloria, habitante de Bogotá.
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Para algunos, hace rato que se olvidaron de las medidas de autocuidado.
"Antes de que llegara la vacuna ya la gente estaba relajada, porque veníamos de fin de año, fiestas y demás. Ahora que llegó la vacuna, nos relajamos más", comenta Germán Colorado.
Y aunque la vacuna es una esperanza, apenas está empezando el proceso y el futuro del COVID aún es incierto.
Las primeras dosis contra el coronavirus llegaron a Colombia, pero aún estamos en rojo y en stop ante el paso del virus.
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