La gripa no se suda, ya que los virus no salen por los poros. Hacer ejercicio puede causar demoras en la recuperación y aumenta el riesgo de deshidratación y algo más grave como la miocarditis, inflamación del músculo cardiaco. El reposo es una de las medidas más importantes para que las defensas se enfoquen en trabajar bien.
La mayoría de las personas acude a remedios caseros para la gripa. Algunos funcionan y otros pueden empeorar la situación.
Hidratarse y usar ciertos productos para aliviar la molestia en la garganta puede ser de ayuda. “Hay varias recetas de las abuelas que son de tradición oral muy buena y que funcionan. Puede tomar miel para facilitar que el dolor al pasar disminuya. Tomar líquido también ayuda”, dijo Carlos Álvarez, infectólogo y epidemiólogo.
Sin embargo, hay otras fórmulas usadas, supuestamente para matar el virus, que pueden causar quemaduras y más irritación en el caso de la garganta.
Hay personas que creen que, como el alcohol es un antiséptico, les puede funcionar. “Claro, es un antiséptico cuando lo untamos, pero en una concentración muy alta. Sin embargo, las concentraciones de un trago, whisky o vino no hacen ningún efecto sobre el virus y puede irritar”, explicó el infectólogo.
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En cuando a los llamados “matrimonios”, algunas personas piensan que lo más efectivo es mandarse a inyectar. “Las mezclas de un antibiótico y un antiinflamatorio tienen riesgos. Los antiinflamatorios tienen sus efectos importantes. Medicamentos muy potentes como los corticoides, que algunas personas lo utilizan, tienen un riesgo y están contraindicados en el manejo de las infecciones. Los antibióticos no tienen ninguna indicación para una infección viral”, afirmó Carlos Álvarez.
Tampoco se necesitan sueros especiales con vitaminas para mejorar las defensas. Explica el experto que los mangos, naranjas o mandarinas son suficientes para tomar la cantidad de vitamina C que necesita el cuerpo. También las proteínas tienen una cantidad de vitaminas del complejo B que son efectivas.
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Lo único que hay que inyectarse son las vacunas, ponerse refuerzos del COVID–19 e influenza.
Reposo, hidratación, remedios que refresquen la garganta y paciencia son suficientes para que en cinco días el paciente esté mejor.
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