A finales del 2020, en India se describió por primera vez la presencia de la variante delta del COVID-19 . Hoy ya es la variante dominante en varios países, debido a su principal característica y es que se transmite con mayor facilidad.
“La principal característica que convierte a esta variante en una de preocupación es su capacidad de saltar rápidamente entre personas susceptibles, es decir, una persona que nunca se ha infectado y se infecta produce una gran cantidad de virus y puede infectar a muchas más. Igual, una persona que no tiene completa la cobertura de vacunación”, dijo Julián Ruiz-Sáenz, PhD y expresidente de la Asociación Colombiana de Virología.
Con la variante delta , ya son 61 linajes del coronavirus detectados en Colombia, frente a los cuales, la protección sigue siendo la misma.
“Las herramientas ya las conocemos, lo que pasa nos hemos vuelto un poco laxos. Necesitamos disminuir el contacto con personas positivas y en esta época de reactivación es mucho complejo. El lavado manos efectivo; el buen uso de la mascarilla, que cubra boca y nariz; el distanciamiento físico; si vamos a estar en espacios cerrados, abrir ventanas y puertas mejor”, anotó el médico.
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Además, hoy se cuenta con una estrategia adicional: la vacunación. Esta sigue mostrando una alta protección para evitar complicaciones, hospitalización y muerte por este coronavirus, incluida la variante delta.
“Las vacunas aprobadas y licenciadas en el país, todas, tienen una gran protección para la severidad. Sin embargo, si es posible que algunas personas vacunadas puedan infectarse, aunque sus ciclos no sean severos, aunque su enfermedad sea muy leve, pero eso los hace fuente de infección para los que no se han vacunado. Por eso, el llamado tan importante, más aún con la confirmación de la presencia de la variante delta en Colombia, es la vacunación”, anotó.
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Hasta ahora no hay evidencia suficiente que permita concluir que la variante delta sea más agresiva ni que tenga predilección por algún grupo poblacional, pero, sin duda, el hecho de que se propague más rápido y fácil exige una vigilancia estricta por parte de las autoridades para detectar cambios en su comportamiento y en las demás cepas.
Por lo pronto, a acelerar la vacunación y mantener las medidas de bioseguridad.
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