Cuando se trata de comer sano existen muchos mitos o falsas creencias, como las relacionadas con las populares, pero poco saludables dietas milagrosas. Otras aseguran que hay que consumir productos especiales, como los dietéticos o que se relacionan con altos precios.
Esto es falso. “No necesitamos ningún tipo de producto con etiquetas de dietético del light ultraprocesados, al contrario, necesitamos alimentos que sepamos de dónde vienen que crecen de la tierra”, explica la presidente de la Asociación Colombiana de Medicina del Estilo de Vida, Ana María Betancur.
Comer sano tampoco quiere decir volverse vegetariano: “Eso sí, a todo el mundo le sirve incluir vegetales, verduras, leguminosas, frutas, alimentos de diferentes tipos y que crecen de la tierra”.
Otra idea muy difundida a propósito de comer saludablemente tiene que ver con el bolsillo. Aunque el tema puede resultar polémico, los expertos coinciden en que se pueden encontrar alimentos económicos que aporten los mismos nutrientes que otros más costosos.
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Por ejemplo, los arándanos pueden no ser asequibles para todos, pero hay frutas como la papaya, rica en vitamina C y otras sustancias bioactivas o que pueden generar un beneficio para la salud.
Para buscar alternativas es importante informarse mejor. No necesariamente el precio está asociado a la calidad del alimento y los suplementos vitamínicos no son obligatorios
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Comer sano no debe ser una tarea aislada. Tener un mejor estilo de vida debe involucrar el hacer deporte, la higiene del sueño, la gestión del estrés e inclusive la conexión con los demás.