Según el DANE, entre el primero de enero y el 30 de abril de 2022 murieron 9.467 hombres y 8.087 mujeres por enfermedad isquémica del corazón, eso equivale a una defunción por infarto cardiaco cada 10 minutos, un fenómeno detrás del cual hay un factor determinante: la hipertensión.
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“Contribuye la hipertensión arterial al 47% de la enfermedad isquémica del corazón, por lo tanto, es importantísimo el control adecuado de la hipertensión arterial y solamente 35% de los hipertensos están adecuadamente controlados”, señala Darío Echeverri, director de cardiología de la Fundación Cardioinfantil.
También es fundamental el adecuado control del peso, la diabetes, el colesterol y evitar hábitos como el consumo de tabaco.
“Sabemos que aquellos que fuman de uno a 20 cigarrillos al día, la mortalidad es el doble, y aquellos que fuman más de un paquete, la mortalidad puede ser el triple. Por lo tanto, dejar de fumar es fundamental”, resalta.
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Así que es mucho lo que se puede hacer para que la enfermedad isquémica del corazón no sea la principal causa de muerte.
“Controle su peso, controle su hipertensión, controle su glicemia, baje el colesterol, reduzca el consumo de sal, haga ejercicio, tome líquidos. Eso que aparentemente suena tan sencillo si lo pudiéramos implantar en nuestros colegios, en las universidades, en nuestros hogares, tendrá un impacto en la salud grandísimo”, asegura.
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Nunca es tarde para cambiar los hábitos, esos depósitos de grasa y otras sustancias en las arterias que con el tiempo van a obstruirlas completamente y causar el infarto se pueden controlar y estabilizar. No se confíe en el hecho de sentirse aparentemente bien, porque este es un proceso largo y silencioso que por mucho tiempo puede pasar desapercibido.
“No salvamos vidas solamente haciendo cirugías, implantando stent, poniendo marcapasos, dispositivos de asistencia ventricular, es muy importante esto y las unidades de cuidado intensivo, pero más del 50% de las muertes se pueden prevenir si tenemos adecuados programas de prevención cardiovascular”, agrega.
La invitación es a hacer un alto y a evaluar que está haciendo por la salud de su corazón y el de su familia. Conozca sus factores de riesgo y verá que con pequeños cambios logra grandes resultados.