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Hace unos días se viralizó un video
donde un hombre en Medellín tiene comportamientos parecidos a los de personas que consumen fentanilo. El material audiovisual encendió las alarmas en la capital antioqueña, señalando los peligros del consumo de estas y otras sustancias. Voceros de la ciudad aclaran la situación.
"Lo que estamos observando en el video claramente es una persona que se encuentra bajo consumo de sustancias que le producen alucinaciones y relajación muscular. Es una persona que está en este momento bajo los efectos de una sustancia psicoactiva", explicó Rita Almanza Payares, líder de la Unidad de Epidemiología de la Secretaría de Salud de Medellín.
La experta aseguró que lo que ha aclarado la familia del hombre del video es que se trata de otro tipo de sustancia, no fentanilo, como se hizo creer en redes sociales.
Pese a ello, esto no da tranquilidad a las autoridades "porque, cualquier sustancia psicoactiva que nos coloque en este estado de indefensión y que además puede generar un riesgo para los peatones, para los vehículos, para su vida, no nos puede relajar".
Para Almanza, el joven del video es un ser humano que requiere ayuda profesional, además de pasar por un proceso de desintoxicación y protección que le ayude a superar la adicción.
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Frente a las acciones de ciudad que se están adelantando para combatir el consumo de psicoactivos, la vocera de la Secretaría de Salud destacó que se tiene un mapeo donde se han identificado los lugares y sustancias más consumidas.
Un estudio realizado en la capital antioqueña reveló que a 2019 las sustancias más consumidas en la ciudad eran marihuana, cocaína, popper y heroína.
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En cuanto al fentanilo, solo se tiene registro de dos personas, residentes del municipio de Bello, que han consultado en Medellín por un síndrome de abstinencia al dejar de consumir dicha sustancia.
La epidemióloga aseveró que desde la Alcaldía se vienen adelantando varias estrategias para reducir los índices de consumo de droga en la ciudad desde una mirada de prevención y descontaminación.
"Es mejor prevenir que curar, porque los tratamientos para estas personas que ya tienen este tipo de estados de intoxicación o que son adictos van a requerir hospitalizaciones más prolongadas, trabajos interdisciplinarios y, por supuesto, el uso de otras moléculas de reemplazo para que no tengan la exposición a síndromes de abstinencia", concluyó.
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