La industria farmacéutica en Colombia ha encendido las alarmas tras la desarticulación de una red delictiva dedicada a la falsificación y venta ilegal de medicamentos. Este grave delito, que representa una amenaza directa a la salud pública, involucra la manipulación de fármacos vencidos que eran adquiridos en territorio venezolano y en instituciones prestadoras de salud (IPS) colombianas para luego ser vendidos en droguerías de manera clandestina.
El reciente operativo de las autoridades permitió la incautación de 598.429 unidades de medicamentos adulterados, una cifra preocupante. Los responsables de estas prácticas ilícitas alteraban los fármacos mediante métodos rudimentarios: borraban los sellos, los registros sanitarios y las fechas de caducidad, y modificaban la apariencia de los productos con químicos para hacerlos pasar como nuevos. Estas acciones eran llevadas a cabo bajo la fachada de dos empresas de productos cosméticos y farmacéuticos.
Cinco personas vinculadas a esta red fueron capturadas e imputadas con múltiples delitos, entre ellos, falsificación de medicamentos y atentado contra la salud pública. Según informaron las autoridades, los medicamentos adulterados eran distribuidos principalmente en farmacias de barrios populares, donde las condiciones económicas de los consumidores los llevan a optar por productos más baratos, sin considerar los riesgos para su salud.
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)
Consecuencias mortales de los medicamentos falsificados
"Los medicamentos falsificados, en la mayoría de los casos, son vencidos y fabricados sin buenas prácticas, utilizando materias primas que pueden generar daños graves a la salud de los pacientes, e incluso, la muerte", dijo Clara Rodríguez, directora de la Asociación Colombiana de la Industria Farmacéutica a Noticias Caracol en vivo . Rodríguez enfatizó también que estos medicamentos no solo carecen de eficacia terapéutica, sino que además pueden contener sustancias nocivas que agravan las condiciones de los pacientes.
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La falsificación afecta especialmente a medicamentos de alto costo y uso crítico, como aquellos para tratar el VIH y el cáncer, pero la amenaza se extiende a todo tipo de fármacos, desde analgésicos hasta tratamientos para la hipertensión o enfermedades gastrointestinales.
"Hoy lamentablemente estamos viendo que todo tipo de medicamentos puede ser susceptible de falsificación, desde aquellos para tratar el dolor hasta los prescritos para condiciones crónicas como la hipertensión", expresó la experta.
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Cómo evitar caer en esta trampa
- Compre en establecimientos reconocidos: Para evitar ser víctima de esta peligrosa práctica, es esencial adquirir medicamentos únicamente en establecimientos reconocidos y prestar atención a los detalles que pueden indicar adulteración.
- Revise que este en su envase original: "Los medicamentos deben estar en sus cajas y envases originales, en perfecto estado. No deben presentar rupturas ni daños, y los frascos deben incluir una banda de seguridad intacta. Además, el registro sanitario, la fecha de vencimiento y el número de lote deben estar claramente visibles tanto en el empaque como en las etiquetas internas", indicó la experta.
- Fíjese en el aspecto físico: "En el caso de tabletas o cápsulas, estas no deben mostrar cambios de color ni signos de desintegración. Todas las tabletas deben ser uniformes y no contener polvo en los espacios donde están contenidas". Para medicamentos líquidos, como jarabes, Rodríguez recomendó verificar el olor, la consistencia y el color del producto, y recordó que los frascos deben estar marcados con la etiqueta correspondiente. No se deben adquirir productos con la indicación "uso institucional", ya que estos son exclusivamente para el sistema de salud y su venta en farmacias es ilegal.
Así puede evitar que vendan su medicamento
Una de las prácticas que alimenta esta red criminal es el inadecuado manejo de medicamentos vencidos por parte de los consumidores. Es fundamental que estos productos no se desechen en la basura común ni en el sanitario, ya que esto facilita su reingreso al mercado negro. Rodríguez explicó que la disposición adecuada consiste en entregarlos en dispensarios autorizados que cuentan con protocolos de recolección y destrucción segura. Este simple acto puede evitar que los fármacos sean reutilizados por redes de falsificación.