Camas llenas, jornadas continuas sin descanso, angustia y presión, este es el día a día que viven los médicos que luchan por combatir el COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos, que permanecen al frente de sus pacientes durante esta nueva crisis.
Para el médico intensivista Camilo Pizarro, que lleva más de 9 meses peleando contra el virus, todo este proceso ha sido “indescriptible” no solo para él sino para todos quienes desde la primera línea enfrentan el coronavirus en las UCI.
“Hemos tenido momentos de felicidad cuando vemos recuperarse a los pacientes y salir vivos nuevamente a reunirse con sus seres queridos en sus casas”, declaró.
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“También hemos tenido momentos de mucha tristeza y dolor cuando hemos visto que fallecen”, agregó.
La tristeza los invade aún más cuando quienes llegan a estas unidades de cuidados intensivos son sus colegas.
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“Hemos tenido momentos de tristeza cuando son nuestros compañeros los que se contagian por el virus, terminan hospitalizados y muchos de ellos , desafortunadamente, también han fallecido”, manifestó Camilo Pizarro sobre los agentes de la salud que perdieron la batalla con el coronavirus.
Muchos de estos profesionales llevan meses sin poder acercarse completamente a sus seres queridos, pasando las festividades de fin de año en las UCI dando frente a la pandemia.
“Yo se que es muy duro estar en las casas y no poder salir, no tomar unas vacaciones, pero créanme nosotros lo de primera línea, los de las unidades de cuidados intensivos, llevamos 10 meses incansables donde hemos estado día y noche detrás de nuestros pacientes apoyándolos , tratándolos y buscando que salgan con vida de las clínicas”, confesó.
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Por el aumento de casos de COVID-19, los médicos hacen un llamado a la conciencia, a entender que es mejor estar en casa que en medio de una sala conectados a monitores de signos vitales.
La ocupación de camas UCI en Bogotá superó el 85%, hecho que obligó a declarar la alerta roja hospitalaria en la ciudad.
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