Ahogo y tos poscovid: ¿en qué casos se presenta y cuáles son los signos de alarma?

El sistema respiratorio es el blanco principal de este coronavirus, de ahí que uno de los síntomas persistentes más comunes, después de la fase aguda del COVID, es el ahogo, la dificultad para respirar.

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“Yo soy paciente poscovid, pero me dio muy duro, quedé con dificultad para respirar, sin fuerza en los brazos, en las piernas, perdí la movilidad”, cuenta María Yolanda Pardo Martínez, en rehabilitación pulmonar poscovid.

Como ella, los pacientes más afectados por esta secuela son quienes tuvieron un cuadro más grave.

“Aquellos que estuvieron hospitalizados en cuidados intensivos con ventilación mecánica y sobre todo un pequeño porcentaje de ellos que hace secuelas graves tipo fibrosis pulmonar, mantienen los síntomas”, explica Alejandro Casas, director de la Fundación Neumológica Colombiana.

También se ha visto con mayor frecuencia en pacientes que tenían previamente condiciones respiratorias crónicas e incluso comorbilidades como hipertensión o diabetes mal controladas. Lo importante es no acostumbrarse a vivir con ahogo o tos, existe tratamiento con diferentes tipos de medicamentos, terapias e incluso, en algunos casos, rehabilitación pulmonar.

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¿Cuáles son las señales de alarma desde el punto de vista respiratoria?

“Lo más importante es que persistan con ahogo, ahogo que no se explique por la condición general de ellos previa. Dos, que tengan tos persistente que no mejora a pesar de los tratamientos básicos y tres, que la oximetría, la saturación de oxígeno, persista baja o empeore durante el ejercicio”, agrega el experto.

La rehabilitación pulmonar está incluida en el plan de beneficios y usted puede acceder a ella a través de su EPS.

“Más o menos al final del mes del diagnóstico es el momento ideal para que entren a un programa de rehabilitación, en la medida en que ya pasó la fase aguda y que implica asistir aquí o hacer telerehabilitación en una mezcla tres veces en la semana, dos horas al día, al menos durante un mes, tienen que complementar esa actividad física en casa, principalmente, caminar al menos 30 minutos al día, cinco días en la semana”, detalla.

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El doctor Alejandro Casas, director de la Fundación Neumológica Colombiana y jefe del programa de rehabilitación pulmonar, explica que esto debe hacer parte de un tratamiento integral que literalmente cambia el día a día y la calidad de vida de los pacientes, y así lo confirman quienes han presentado esa secuela.

Ellos también admiten que ahora la vida va a otro ritmo y deben continuar con otros tratamientos porque usualmente la dificultad para respirar se acompaña de otras secuelas, pero no hay duda de que el ejercicio no solo mejora su capacidad pulmonar sino la capacidad física en general y es clave para recuperar movilidad y fuerza muscular.