Durante tres horas y media el presidente Gustavo Petro y el exmandatario Álvaro Uribe tomaron tinto
buscando un consenso para salvar la reforma a la salud, pero no hubo acuerdo. El Centro Democrático volvió a pedirle al gobierno que retire el proyecto porque, dice, no soluciona los problemas de los usuarios.
“Nosotros insistimos en que la reforma no es necesaria, y para las cosas que quiere implementar el gobierno no se necesita poner en riesgo todo el sistema, en eso nos seguimos manteniendo”, manifestó Carlos Meisel, vocero del Centro Democrático.
Sin embargo, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, respondió que el debate de la reforma a la salud seguirá en el Congreso. “Vamos a votar artículos y continúa porque yo creo que ya estamos además en plena votación, y, como lo deja claro la ley quinta, este proyecto tiene que salir porque está trancando a los demás”, expresó.
Según los congresistas del Pacto Histórico, incluso sin los votos del Centro Democrático la reforma a la salud será aprobada, porque el partido de oposición “tiene alrededor de 20 representantes a la Cámara, la Cámara tiene más de 180, entonces el cálculo matemático responde fácil la pregunta”.
Y aunque el encuentro de Petro y Uribe terminó sin acuerdo, el presidente sostuvo desde su cuenta de X que sí hubo puntos en común.
Están muy definidas las diferencias y los puntos de acuerdo. Estos los acuerdos:
- Preparar muchas más personas en ciencia se la salud.
- Impedir que el clientelisno tome hospitales públicos.
- Reconocer la pertinencia de un sistema de salud preventivo.
Por otro lado, el ministro de Salud cuestionó a congresistas de la Alianza Verde.
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Según él, “uno no puede tener, como sucede con algunas personas, representación en el gobierno, representación importante en Bogotá a través del Sena, importante a través de institutos como el Icetex, y hacer oposición. Este presidente es muy generoso porque les permite a los que están disfrutando del gobierno hacer toda la oposición a pesar que disfrutan de las posiciones en el alto gobierno, que se las hemos negado a nuestros propios militantes”.