Su fuga tendría un trasfondo político, pues su testimonio, a pocos días de las elecciones, echaría al traste varias campañas, afirmó el politólogo Carlos Arias.
“Aída Merlano tiene total conocimiento de cómo funciona el TLC (teja, lechona y cerveza) en el Caribe colombiano”, señaló el docente de la Universidad Externado.
“Tiene perfectamente claro quiénes son los pullaojos, esas personas que se encargan de anular los votos de los ciudadanos y entregar las bases de datos a los políticos para que les den un dinero adelantado y un dinero después, cuando se hace el arqueo en las mesas de votación y se confirma quiénes efectivamente llegaron con su voto después de, entre comillas, haberlo vendido”, explicó.
Arias considera que su fuga está relacionada con los comicios regionales, ya que "si ella llegara a delatar, seguramente se caerían muchas familias poderosas en el Caribe y hoy, a 25 días de elecciones, podría darle al traste a muchas campañas que pueden ser ganadoras o a muchas campañas que están reñidas".
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Aída Merlano se expone a una pena de entre 48 y 108 meses de prisión por fuga de presos, adicional a la condena de 15 años que ya recibió.
“La norma señala que si esta persona se presenta entre los tres meses siguientes la pena puede reducirse hasta el 50%”, indicó Pedro Puentes, abogado penalista.
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De llegar a entregarse es probable que la Fiscalía ya no esté interesada en continuar con un acuerdo por su colaboración.