En todo un misterio se convirtió quién redactó la proposición que se metió en el proyecto de ley anticorrupción que habla de castigos severos contra quienes calumnien a funcionarios y sus familias.
Este artículo que encendió las alertas de gremios y organizaciones periodísticas, y de libertad de expresión, parece que no tiene autor.
El artículo, que tuvo como firmantes en Senado a Mauricio Gómez Amín, Guillermo García Realpe, Ana María Castañeda, Miriam Paredes, Efraín Cepeda, Fabián Castillo y Aida Abella, no tiene autor o, por lo menos, lo que responden los senadores es que ellos lo suscribieron porque alguien les pasó la hoja.
¿Pero cómo es posible que firmen algo que no saben quién les pasó? ¿Así es todo lo que aprueban?
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En la Cámara de Representantes, el ponente del estatuto, César Lorduy, tampoco sabe quién lo escribió.