Reforma política apostará al voto obligatorio y el polémico transfuguismo

El proyecto de reforma política radicado por el Gobierno tuvo varias modificaciones no solo en primer debate, sino antes, cuando aterrizó, en la Comisión Primera del Senado, la ponencia, que no incluía puntos a los que le apostaba el ministro de Interior, Alfonso Prada.

Uno de esos puntos es la reducción de edad a los 18 años para ser representante a la Cámara y 25, para senador, y otro es el que buscaba otorgar personería jurídica a los partidos con 78.000 afiliados y no alcanzando el umbral del 3% en la votación.

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De otro lado, se agregaron puntos como garantizar el transporte público gratuito el día de las elecciones y el voto obligatorio durante los próximos dos periodos.

El Gobierno perdió el debate en uno de los artículos a los que más le apuntaba y que buscaba quitar competencias a la Procuraduría para decidir sobre los derechos políticos de funcionarios públicos.

“Pero qué necesidad tenemos de seguir empoderando a la señora Margarita Cabello, de la casa Char, para que siga persiguiendo políticos”, indicó Ariel Ávila, senador de la Alianza Verde.

También se aprobó el polémico transfuguismo para que los políticos cambien una única vez de partido.

“El transfuguismo, el fomentar lo que se criticó en un momento indicado, ejemplo, en gobiernos como el de Uribe. Hoy, en este Gobierno, tratar de fomentar el transfuguismo es una discusión que se está dando”, manifestó Alejandro Carlos Chacón, senador del Partido Liberal.

En el texto que llegará a la plenaria del Senado se mantiene la financiación privada para las campañas, pero preponderantemente estatal.

“O se es pública la financiación o se es privada. En estos momentos, si fuera solo pública, el costo de las campañas disminuiría muy importantemente”, aseguró David Luna, senador de Cambio Radical.

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Y la mayoría de congresistas aprobó la posibilidad de que mientras están en el legislativo puedan ser candidatos a alcaldías y gobernaciones y solo renuncien al quedar elegidos. También, que puedan ser nombrados ministros una vez presenten su renuncia.