Continúa un camino lleno de tropiezos para la reforma a la salud en el Congreso de Colombia. La discusión de la iniciativa avanza muy lentamente y varios integrantes de la bancada de gobierno se están convirtiendo en opositores del proyecto.
La reforma a la salud es un plato que desde hace meses está servido en el Legislativo. Algunos temas se digieren fácil, pero otros se mastican con más tiempo. La discusión, según los parlamentarios, está en lo que fue denominado como líneas gruesas y que hoy tiene a la Cámara de Representantes dividida.
“La eliminación o no de las EPS, el tema del giro directo, las competencias que asumirán las seccionales de salud. Quieren politizar y estatizar la salud de todos los colombianos”, recalcó Juan Espinal, representante por el Centro Democrático.
Como estrategia, los opositores de estos puntos han recurrido a un sinnúmero de jugadas para aplazar las plenarias y deshacer el quorum. En palabras de un ala cercana al petrismo, es un plan tortuga.
“Vamos a levantar la sesión, no hemos trabajado, en la semana pasada trabajamos muy poco”, indicó Gabriel Parrado, representante del Pactó Histórico.
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Jugadas en las que no solo está la cara de la oposición, también de integrantes de partidos cercanos al Gobierno nacional.
“Tienen que entender que apenas van a entrar los artículos más difíciles de la reforma y que, si no están dispuestos a dialogar para ceder, pues sectores opositores van a tratar de bloquear”, sostuvo Octavio Cardona, representante del Partido Liberal.
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“Quedan varias lecciones esta semana: hay que tener respeto por la diferencia. Yo no comparto la forma como la bancada de gobierno maltrató a los compañeros”, agregó Víctor Salcedo, copresidente del Partido de la U.
La reforma a la salud ya completa 8 meses de haber sido radicada en el Congreso y aún no supera su segundo debate.