Reducción del salario de los congresistas: ¿cuáles son los reparos de los que se oponen?

La propuesta de reducir el salario de los congresistas no para de generar polémica en el legislativo. Quienes tienen reparos frente a la iniciativa aseguran que en ningún momento reciben la totalidad de los 34 millones mensuales, incluso, explican que las deducciones y gastos les dejan menos de la cuarta parte de su asignación mensual.

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Berenice Bedoya, senadora de la Alianza Social Independiente, se pronunció: “Sé que un congresista puede que en el papel se vea mucho 34 millones de pesos, pero hay unas deducciones”.

Bedoya se mantiene firme a pesar de la tormenta que desataron sus declaraciones. Ella presentó el cuadro de las deducciones que le aplican a su salario de congresista. Aseguró que le quedan 8 millones de pesos para sus gastos. A su vez, explicó que más de 14 millones se van a gastos de representación y los 11 millones restantes corresponden a la prima especial de servicios, recursos que invierten en sus viajes a región y su equipo de trabajo.

“Se hacen deducciones de primas, se hacen deducciones de combustibles, de peajes, así muchas personas digan que no es cierto, sí es cierto”, agregó Bedoya.

La reducción del salario de los congresistas se ha hundido más de 13 veces en los últimos años por reparos como este.

Congresistas como Jhon Fredy Núñez, que ocupa la curul de paz por el departamento de Caquetá, dicen que la propuesta viene de un legislador que trabaja desde la comodidad de las redes sociales y que hay varios puntos que se deben estudiar.

Para Núñez “hay que analizar que hay algunos congresistas que están acá en Bogotá y ellos no tienen los gastos que tenemos los que estamos en región”. Explicó que un recorrido de aquellos que están afuera de la capital puede llegar a consistir de “dos o tres carros, con siete escoltas, con asesores y todo lo que esto despliega”.

Congresistas, divididos ante la reducción de sus sueldos, piden que se debata a fondo el proyecto de Jota Pe Hernández, que busca reducir a 25 millones su salario, eliminando la prima especial de servicios.

“Sí se hacen unos descuentos, pero no son 10 millones de descuentos, eso no es cierto. Son por ahora 6 o 5 millones de descuentos, pero ahí en esos descuentos está incluido el aporte que se hace a salud, está incluido lo que es pensión; entonces siempre quedan unos 28 millones de pesos, 29 millones de pesos ahí disponibles”.

Este proyecto que responde a una demanda social generó molestias en varios congresistas, porque el senador Hernández señaló a algunos de sus colegas, incluso de la misma bancada de gobierno, de no querer firmarlo.

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María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico, siente que “sus palabras fueron tergiversadas” y manifestó: “Yo le expresé a usted en la reunión privada en la que estábamos con la bancada que firmaría el proyecto de ley que usted presentó y le decía que tenía unas consideraciones”.

De igual modo, la oposición manifestó que apoya la reducción, pero no el proyecto de Jota Pe Hernández. La senadora del Centro Democrático Paloma Valencia explicó que su partido propone “un impuesto del 20% sobre los salarios altos”.

Incluso, el senador Iván Cepeda propuso ante el pleno del Congreso conformar una mesa de diálogo integrada por todos los partidos para definir juntos las reformas como la reducción de su salario, la reducción del período de vacaciones, el límite de períodos para ser legislador y las causales de pérdida de investidura.