El ministro de Justicia, Néstor Osuna, hizo un balance de los proyectos de su cartera que han sido discutidos en el Congreso de la República, entre ellos, el de sometimiento a la justicia y el de humanización de cárceles. ¿Cuáles iniciativas pasaron? ¿Cuáles se quedaron? Esta fue la charla del funcionario con María Alejandra Villamizar en la sección Conversaciones de País de Noticias Caracol.
“Yo creo que es un buen avance y, lo he dicho en varias ocasiones, el mundo no se acabó el 20 de junio. La próxima legislatura comienza en un mes y seguiremos insistiendo. Creo que es importante haber logrado la reforma de la Constitución para establecer la jurisdicción agraria y rural, eso es una cosa muy importante para el mundo de los campesinos y campesinas de nuestro país, que van a tener, por primera vez en la historia del país, unos jueces especializados en los temas rurales (uno de los puntos del acuerdo de paz con las FARC), ahí cerca de donde viven, en el territorio, para que unos procedimientos sencillos, rápidos, gratuitos, por supuesto, puedan resolver de modo civilizado, razonable, lo que en este país siempre se resolvió a bala, que es los pleitos de la tierra, de propiedad, de tenencia, de linderos, adjudicación de baldíos, uso del suelo. Para todo eso vamos a tener jueces cerca del territorio, para que haya acceso a la justicia para los campesinos y campesinas de nuestro país, eso es un gran logro. La declaración de los campesinos como sujetos políticos de derecho también es importante, porque va a permitir asignarle a campesinos derechos colectivos para la tierra”, enfatizó el ministro Néstor Osuna.
El jefe de la cartera de Justicia también se refirió al polémico proyecto de humanización de las cárceles que no logró ser tramitado en esta legislatura, pero volverá a ser presentado.
“Desde un primer momento era consciente de que es un proyecto difícil, porque si bien es un proyecto de ley elaborado, que tiende a resolver un grave problema del país, es un proyecto de ley que se enfrenta, por una parte, a unas convicciones y unos prejuicios culturales que son difíciles de mover, según los cuales el castigo debe ser duro, cruel, y las cárceles deben ser un tanto infames, y, por otro lado, se enfrenta al corazón prácticamente del populismo; es ponerle racionalidad al mundo de las cárceles. Sin embargo, aunque el debate parlamentario no terminó exitosamente, el proyecto sí se enriqueció con todo el debate de opinión pública, con innumerables foros que realizamos dentro del Congreso y fuera, así que vamos a insistir el 20 de julio, es una sentida necesidad para el país, y el proyecto que presentaremos va a ser enriquecido respecto al que se presentó hace un año”, indicó el funcionario.
Sobre la ley de sometimiento a la justicia, que también se hundió en el Congreso, el ministro Néstor Osuna aseguró que volverá a ser radicada.
“Lamento que no haya salido ese marco, que yo creo que era un marco adecuado. Varias personas siempre nos criticaron que les parecía muy generoso, pero en el trámite se habría podido endurecer, si ese fuera el caso, pero era un trámite que sometía a estas personas a un régimen que, en lo personal, se parece a algo que ya conoce el país, que es la disminución de cárcel, de penas muy largas que le corresponderían a unas de seis a ocho años de cárcel, más 3 años de libertad vigilada con actividades de reparación a las víctimas, pero que para el Estado tenía la novedad de que no era una ley dirigida a un individuo que quiera entregarse, sino a toda la estructura”, subrayó.
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¿Qué le responde a quienes aseguran que el gobierno de Gustavo Petro está privilegiando a los bandidos?
“Yo creo que las personas que manifiestan eso no tienen la información completa. Primero, se están quejando de las cosas como son, porque el proyecto de humanización no fue aprobado, el de sometimiento tampoco, es decir, el Estado de cosas de inseguridad, del mundo carcelario y criminal, es el que heredamos, no es una cosa creada por este gobierno. Pero, además, lo que puede permitirle a la ciudadanía más seguridad en la calle, una sensación de mayor tranquilidad, es una lucha efectiva, bien orientada, con estrategias adecuadas de lucha contra el crimen. Para eso, estos criterios de humanización de cárceles, que lo que tiene es que la persona que ha estado en una cárcel, cuando salga, no tenga tanto riesgo de volver a delinquir y eso, combinado con la estrategia de acabar con las bandas criminales de alto impacto, pues lo que va a producir es una sociedad mucho más segura y mucho más tranquila”, destacó.
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El ministro Néstor Osuna criticó, además, el hecho de que en muchas ocasiones la comunidad tenga la sensación de que la impunidad está por encima de la justicia.
“Por una parte, hay una buena porción de populismo, eso da votos, mover a la gente por miedo a que vote y a que sacrifique sus libertades, a que se entregue a un gran autoritarismo, es algo que en el mundo entero lo estamos viendo como políticamente rentable. Qué bueno que la sociedad colombiana hace un año dio un giro hacia no creer esos discursos sencillos, populistas, autoritarios, que implican renunciar a algo que después nos cuesta mucho trabajo volver a construir. Por una parte, eso esta políticamente dirigido y, por otra, es cierto también que en nuestra América Latina hay una enorme preocupación por la seguridad, por la tranquilidad, mucho más de la que hay en otros países que son amantes del riesgo y del cambio. En medio de eso, yo soy consciente de que nuestro gobierno tiene que hacer un esfuerzo pedagógico y un esfuerzo de comunicaciones muchísimo más ambicioso del que se ha hecho para mostrar que realmente la alternativa es una alternativa que ofrece tranquilidad, prosperidad, seguridad para todos”, recalcó.
Sobre la relación del Ejecutivo con el poder judicial, en medio de pronunciamientos del presidente Gustavo Petro acerca de la justicia, Osuna aseguró que es “muy respetuosa y nunca vamos a dejar de cumplir una sentencia judicial”.
Política antidrogas
“Nuestra política de drogas ciertamente va mucho más allá en la parte penal, en la parte policiva, a la incautación de cocaína, a la interceptación de lavado de activos, al combate a las mafias del narcotráfico y a ofrecerle ‘oxígeno’ a los cultivadores y asfixia para las mafias del narcotráfico”, dijo agregando que, aunque “el índice de erradicación, por el que siempre nos hemos medido, no está mostrando los resultados de antes”, sí está sucediendo con el “índice de incautación, de producción de cocaína, de exportación de cocaína, ese sí nos está mostrando buenos resultados”.
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“Nosotros somos muy buenos, nuestra Policía es muy buena en combate de narcotráfico, es una de las mejores del mundo, pero como los narcotraficantes son unos empresarios que están en la vanguardia, hay que reconocerlo, utilizan hoy en día tecnologías, monedas virtuales, sistemas de cambio de la cocaína por otras mercancías, por dineros, en lo que se requiere una tecnología de punta y cooperación internacional”, puntualizó.
¿Hay proyectos de construir más cárceles?
“Nosotros nos encontramos un documento Conpes, que es una cosa obligatoria, de construir 5.000 cupos carcelarios en los cuatro años. Eso es insuficiente, pero es un compromiso que tenemos. De esos 5.000, ya vamos por 1.000 más o menos. No con cárceles nuevas, sino cupos nuevos, pabellones nuevos en cárceles actuales, en Cartagena, en Bellavista, en Medellín. Se están construyendo cárceles grandes, una en Riohacha, otra en Sábanas de San Ángel, cerca de Magdalena; están en proyecto por comenzarse en Mocoa y algunas otras reformas”, comentó. Sin embargo, hizo énfasis en que “nosotros estamos persuadidos de que el mundo del delito no se resuelve construyendo más cárceles”.
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