Aunque se pensaba que la iniciativa de prohibir las corridas de toros que cursaba en la Cámara de Representantes contaba con las mayorías para continuar el trámite sin problema, a última hora la iniciativa se enredó y se hundió por novena vez en el Congreso.
Tanto antitaurinos como defensores de la fiesta brava se hicieron presentes en el salón elíptico durante el debate.
"Primero, es evidente que el maltrato animal en nuestra sociedad tiene que ir cediendo terreno y que ceder terreno tomará décadas, pero no es una causa en la que podamos renunciar", expresó el representante Juan Carlos Losada, autor del proyecto.
En el ala izquierda, la oposición pedía respeto por una actividad que en muchas regiones es sinónimo de tradición y cultura.
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En medio de la discusión, César Rincón, un torero de vieja casta, salió a capotear los comentarios en contra, buscando hundir el proyecto.
"Las plazas de toros fueron mi universidad, fueron mi colegio. Hoy muchas de ellas están cerradas por la intolerancia y la persecución”, dijo el hoy ganadero.
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Finalmente, se puso a consideración de la plenaria y con 78 votos por el sí y 75 por el no, se aprobó la proposición que archivó de la iniciativa.
Asunto que dejó un sin sabor en los partidos de coalición de gobierno, pues cuatro congresistas del Pacto Histórico no estuvieron presentes al momento de la votación, algo que hoy les cuesta un proyecto de ley bandera: prohibir las corridas de toros.