Tras la masacre de los nueve militares en el Catatumbo por el ELN, el Gobierno nacional le exigió a esta guerrilla que demuestre coherencia con lo que se está negociando en la mesa de paz y pare los ataques de violencia. Expertos en temas de conflicto sugieren trazar límites a este grupo armado.
El senador Iván Cepeda, negociador de paz, dijo que la guerrilla debe aclarar “si el ELN está en la dinámica de acumular fuerza militar o si quiere real y auténticamente llegar a la salida del conflicto armado, sin eso el proceso con el ELN no tiene claridad, suscitará mucha desconfianza en la sociedad colombiana y sencillamente se hará inviable”.
En el mismo sentido habló el jefe del equipo negociador, Otty Patiño, quien manifestó que hay una "gran interpelación" sobre si "el ELN está usando las conversaciones para fortalecerse en sus territorios, como organización, o si por el contrario su estadía en la mesa significa una real vocación de paz".
"La apuesta es pactar un cese y un desescalamiento. No es posible seguir construyendo escenarios de paz en medio de la fuerza. La fuerza lo que demuestra, en alguna forma, es debilidad", señaló Danilo Rueda, alto comisionado de Paz, en una entrevista con la emisora institucional Colombia Hoy Radio.
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Entretanto, el senador Cepeda precisó que el grupo ilegal debe “aclarar si estamos en un proceso de diálogo con toda la organización o con una parte de ella”, esto luego de que el frente occidental del ELN en el Chocó dijera que no cree en el proceso de paz en el que se está avanzando e incluso advirtiera que mantenía sus operaciones militares.
Para expertos en conflicto armado, como León Valencia, director de Pares, “el ELN debe oír a las comunidades y debe cesar violencia en los territorios que están sufriendo el confinamiento, el desplazamiento y las agresiones de todos los grupos armados; estas condiciones son vitales para darle un nuevo impulso a la mesa de negociaciones”.
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Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la iglesia en la mesa de negociación, se sumó a esta petición y expresó que se deben “construir mecanismos que generen confianza en el proceso y en la meta que se quiere lograr. Es un camino con un gran potencial para desarrollar los mecanismos necesarios para que se terminen las acciones bélicas y las amenazas que afectan a las comunidades”.
Las negociaciones de paz con el ELN no se suspenden; sin embargo, queda un mal ambiente que, según fuentes de la delegación, deberá ser aclarado en una reunión previa al tercer ciclo de negociaciones en La Habana, donde el cese al fuego, de hostilidades y bilateral será el principal tema de la mesa.