Colombia alcanzó una cifra récord en cultivos ilícitos de coca, 204 mil hectáreas. Desde Putumayo, uno de los territorios más golpeados por este incremento, el presidente Gustavo Petro les propuso a campesinos cocaleros dejar a un lado la economía ilegal y conservar la selva.
“En lugar de sustituir un cultivo por otro, difícil, porque entonces cómo sacamos el cacao, etc., sustituyamos el cultivo de hoja de coca por la selva y pagamos”, dijo el mandatario.
Según él, desde el Ministerio de Ambiente se está construyendo el mecanismo para lograr pagar entre dos y tres millones de pesos al mes a quien se dedique a conservar la selva.
“Estamos dispuestos a crear un fondo público, de la nación, abierto al mundo, financiado en primerísimo lugar por el presupuesto nacional”, precisó.
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Agregó que su propuesta para regenerar el pulmón del mundo tendría vigencia de 20 años; además, cada familia tendría la responsabilidad de conservar la selva en un máximo de 200 hectáreas, labor que esperaría sea un tema generacional, “es decir, que los hijos pueden seguir allí y podríamos pensar en los nietos con un objetivo, en primer lugar, que la selva vuelva a crecer”.
Finalmente, el presidente Petro insistió en que los grupos ilegales tienen espacio en el diálogo regional; sin embargo, recalcó que debe ser cuando dejen las armas.