Polémica en la Cámara por artículos de la reforma política calificados como auténticos golazos

Una pelota rodó por el salón elíptico del Congreso con un letrero que calificó como un golazo la reforma política del Gobierno del presidente Gustavo Petro, por artículos como el que permite a los senadores y representantes a la Cámara renunciar para ser ministros.

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“Con qué cara uno viene hablar de cambio y luego venir legislar en causa propia para ser ministro”, exclamó Catherine Juvinao, representante de la Alianza Verde.

“Pues claro que van a cambiar, pero del Congreso al Gobierno se van a ir”, expresó Andrés Cadavid, representante del Centro Democrático.

Otros artículos fueron calificados también como auténticos golazos, por ejemplo, el trasfuguismo y las listas cerradas.

“Esto es vergonzoso, esto doloroso y, lamentablemente, tengo que decirle al país que esto no es por lo que yo y millones de colombianos votaron, por acabar las minorías. Da pena”, señaló Katherine Miranda, representante de la Alianza Verde.

También hubo críticas para el artículo que le quita a la Procuraduría sus facultades para sancionar a funcionarios elegidos por voto popular.

“Yo tengo una pregunta sencilla... ¿Si esto se lo quitamos a la Procuraduría a quién se lo entregamos?”, dijo José Octavio Cardona, representante del Partido Liberal.

Proposiciones que naufragaban en la Cámara, hasta que el ministro del Interior, Alfonso Prada, tuvo que calmar las aguas para convencer a los conservadores, la U y los liberales de apoyar estas iniciativas que, finalmente, se aprobaron, pero despertaron la indignación y el disgusto del portavoz del Gobierno con los partidos de la coalición.

“Hay que venir aquí y armar coaliciones de mayorías para tener la posibilidad de influir, ¿será que somos capaces de hacerlo de forma transparente y por encima de la mesa?”, manifestó Alfonso Prada, ministro del Interior.

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Y esa molestia de Prada se evidenció, además, al hundirse artículos como el voto obligatorio, reducir a 18 años la edad para ser representante a la Cámara y limitar los períodos en el Congreso.

“Me disculpan la beligerancia, pero entre ayer y hoy me he sentido, lo digo en tono menor, un poco ofendido porque piensan que hay detrás de cada una de las proposiciones de la reforma política elementos mundanos, no”, señaló Prada.

Finalmente, la reforma avanzó, pero dejó en el Gobierno un sabor agridulce, pues aunque el texto se aprobó en primera vuelta, para sus últimos cuatro debates algunos integrantes del oficialismo ya no apoyarían algunos de los artículos de esta reforma.