Contrario a los mensajes de su mano derecha, Laura Sarabia, y del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que reconocieron la magnitud de las movilizaciones, el presidente Gustavo Petro
hizo varios cuestionamientos.
Según él, “se expresaron en libertad unos, las fuerzas populares deben responder este 1 de mayo”.
“No se trata de dividir al país, ya viene dividido. Se trata de que suene también la voz popular. Ante estas voces diferentes, el gobierno buscará caminos de entendimiento”, aseveró Petro.
Petro recalcó que “siempre hemos estado abiertos al diálogo y siempre hemos respetado nuestros principios por los cuales fuimos elegidos. El cambio consiste en más Justicia Social y más equidad para la gente”.
Sectores rechazaron sus palabras
Para la senadora de la Alianza Verde, Angélica Lozano, el presidente Petro “tiene dos opciones: concentrarse en corregir en su gobierno, en reenfocarse, o seguir maltratando y desconociendo como lamentablemente ha hecho a estas críticas y esta legítima voz. Ya se anuncia una nueva marcha el 1 de mayo, que con seguridad será también legítima y numerosa, pero Colombia no va a salir adelante entre marcha y contramarcha. El presidente y su gobierno tienen que concentrarse en gobernar”.
David Luna, senador por el partido Cambio Radical, expresó su intranquilidad porque “el doctor Gustavo Petro, como presidente de nuestro país, está preocupado más por las cuentas políticas o electorales que por el progreso de Colombia. Acá no podemos gastarle tiempo a determinar qué marcha convocó a más ciudadanos a las calles, acá debemos dedicarnos a lograr regresarle la seguridad a los territorios”.
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Juan Manuel Galán, presidente del Nuevo Liberalismo, dijo por su parte que “la marcha del día de ayer fue una expresión democrática, espontánea, ciudadana del pueblo colombiano en todo el país. Los colombianos marchamos en contra de las políticas de Gustavo Petro, en contra de la vulneración del Estado de derecho”.