Dice que el actual gobierno no debe volver a las fumigaciones aéreas para erradicar cultivos y que la justicia transicional es un “ejemplo para el mundo”.
En entrevista con el director de Noticias Caracol, Juan Roberto Vargas, el exmandatario y Nobel de paz habló sobre su legado y dio su visión sobre lo que actualmente está sucediendo con la implementación del acuerdo de paz.
¿Se están cumpliendo más las acciones que las palabras?
Pues yo creo que sí. Si usted analiza lo que se ha hecho, lo que se ha logrado después de la firma, se ha logrado muchísimo. Por supuesto que falta mucho y haríamos bien en cumplir el acuerdo sobre todo con las partes que faltan: la parte de la reforma rural, la parte de la reforma política. Eso al país le daría un gran empujón en todo sentido. Pero, a pesar de todos los problemas que tenemos, la falta de voluntad de algunos funcionarios del gobierno; los asesinatos de los líderes sociales, que para mí es el más grave, el proceso sigue su curso, no se ha podido descarrilar a pesar de que mucha gente ha querido descarrilarlo y el apoyo internacional se mantiene, eso es lo importante.
¿En qué aspectos no se está cumpliendo la tarea?
Por un lado, los puntos que no se han cumplido sobre todo en la parte agraria. La parte de la reforma rural es fundamental para el futuro del país. Si logramos arreglar eso vamos a arreglar una parte importante de los problemas de pobreza y de violencia en el país.
Por otro lado, la sustitución de cultivos ilícitos. La sustitución voluntaria es lo único que funciona y ya Naciones Unidas comprobó, porque es lo único que no produce resiembra. El resto produce una resiembra altísima y ahí hemos visto muy poca voluntad del gobierno de continuar, e inclusive incrementar esa política. Por eso digo que hay aspectos donde uno quisiera ver más progreso, pero también hay que reconocer progreso en otros frentes.
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Casualmente el presidente Duque con el presidente Trump hablaron del tema de volver a las fumigaciones, van por una política distinta a la planteada en el acuerdo y en su gobierno:
Es que fue una política que fracasó. Yo como ministro de Defensa fumigué más hectáreas de lo que cualquier persona en la historia ha fumigado y no funcionó, los cultivos crecieron. Entonces la fumigación no es la solución, ya se comprobó que eso fracasa, no sé por qué insisten en esa política. La política correcta es la sustitución voluntaria, es darles a los campesinos una alternativa.
Quiénes han querido “descarrilar el proceso de paz”, como usted dice.
No me ponga usted a entrar en la política interna… pero la gente conoce los que están inclusive diciendo todavía que no hubo conflicto armado, que eso es una farsa, que la paz fracasó… hay personas que no quieren que el proceso de paz funcione porque se lucran de la guerra, porque hay terratenientes que no quieren que la restitución de tierras funcione, que van a ser afectados por esa restitución. Hay narcotraficantes a los que no les interesa que la sustitución de cultivos funcione porque se quedan sin materia prima. O sea, hay intereses de que la guerra siga. Esos intereses, afortunadamente, no van a triunfar.
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¿Cómo ha visto el avance de la justicia transicional?
Es un ejemplo para el mundo. El mundo entero está admirando lo que Colombia hizo en materia de justicia transicional. Primera vez en la historia de un país en conflicto que las dos partes se sientan, se ponen de acuerdo, diseñan un sistema de justicia y aceptan las dos partes someterse a ese sistema, y eso está funcionando, lento, pero está funcionando. Lento porque es muy complejo, lo que se elaboró es un sistema muy complejo.
Nadie dijo que esto iba a ser fácil y la justicia, para que funcione, tiene que operar. O sea, si el que va no dice la verdad, entonces no va a recibir los beneficios. De eso se trata la justicia transicional. Depende de los magistrados, de la justicia transicional cómo interpreta y cómo valora lo que se dijo ahí. Si no es verdad, entonces el que lo dijo no va a tener ningún beneficio. A eso hay que darle tiempo.
La justicia transicional es lo que ha permitido que haya paz en Colombia. Sin justicia transicional las FARC nunca hubieran entregado las armas.
¿Se siente tranquilo? ¿Le están cuidando el legado, que es el proceso de paz?
Pues el legado se está cuidando solo, no tienen que cuidarlo, el legado está saliendo por sus propios méritos. Cuando le di al papa la palomita de la paz le dije ‘la paloma hay que dejarla que vuele sola, con problemas’, pero nadie dijo que Colombia iba a ser un paraíso el día que firmamos el acuerdo ni que iba a ser un paraíso a los dos o tres años, pero estamos mucho mejor hoy que lo que estábamos antes.
¿Aún piensa que “la paz es irreversible” como alguna vez lo señaló?
Sigo pensando eso, es irreversible. Uste tiene la Corte Constitucional como guardia pretoriana, el propio Congreso, que evitó que se cambiaran los acuerdos, pero más que todo, el pueblo colombiano. Buena parte de las protestas que hoy estamos viendo son para exigirle al gobierno que implemente los acuerdos y el gobierno haría muy bien en implementar esos acuerdos. Si el gobierno se pone a discutir, por ejemplo, la reforma rural, la reforma política, encuentra una agenda, un tema que une al país. Esa es una oportunidad de oro que no debería desaprovechar.
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