Lupa al panorama político de Cartagena, acechada por la corrupción y con 11 alcaldes en 8 años

Hay incertidumbre por el futuro político e institucional en la ciudad, tras las elecciones que tendrán lugar este domingo.

A pesar de las sombras de corrupción que desde hace años protagonizan la vida política de Cartagena, todo indica que la ecuación del poder no cambiará en las elecciones regionales de este domingo 27 de octubre de 2019.

Y aunque muchos ubican buena parte del problema en la escandalosa cifra de 11 alcaldes en 8 años, la verdad es que hay otros escenarios en líos que siguen pasando de agache. 

"Desde 2016 ha habido 49 cambios en el quórum del Concejo por diferentes razones, presuntas irregularidades en la elección de la contralora, responsabilidad fiscal y también doble militancia", dice Carolina Calderón Guillot, directora de la Fundación Cívico Social Pro Cartagena y Región Caribe.

Además, la directora de Funcicar agrega que “el Concejo de Cartagena tiene 19 concejales" y que se tuvieron "periodos muy largos en que solo sesionaron entre 6 y 9", siete de los cuales hoy "están en la reelección”.

Esta cruda radiografía se suma a que ha habido 120 cambios en el gabinete de gobierno en los últimos tres años, que el Plan de Ordenamiento Territorial sigue sin actualizarse desde 2001 y que este caos de la interinidad ha derivado en que el 93 % de la contratación de la ciudad sea de manera directa, es decir, a dedo.

"Cuando evaluamos la calidad del gasto en Cartagena, da vergüenza, porque ahí se dan cuenta de que somos unos apagaincencios y que realmente hemos sido coherentes con todo este sistema de inestabilidad política que hemos tenido. No más el año pasado, cuatro alcaldes”, señala Calderón.

Con un presupuesto anual de casi 2 billones de pesos, Cartagena sigue navegando las azarosas aguas de la desconfianza institucional, la corrupción acechante y las casas políticas de siempre, que aún reinan a pesar de su pasado.

“Hoy, el 80 % de cartageneros sienten que hay corrupción en la ciudad y el 60 % siente que la Alcaldía no está invirtiendo correctamente sus recursos”, sostiene María Claudia Peña, directora de Cartagena Cómo Vamos.

Anota que “esta crisis de institucionalidad pública ha puesto en peligro una serie de alianzas que han podido sacar adelante o cerrar la brecha social sobre todo lo que hay en la ciudad”.

Las voces de los expertos que han documentado este desastre repetido desde hace décadas son contundentes: el Corralito de Piedra es un remoquete demasiado condescendiente para la pobreza y exclusión que esconden los barrios ubicados al margen de la Ciénaga de La Virgen.

“El caos en toda parte le sirve siempre a la corrupción”, asegura la directora de Cartagena Cómo Vamos.

¿A quién le sirve este caos en Cartagena? ¿Será el próximo alcalde uno de cuatro años? ¿Cómo bajar cuanto antes el índice de pobreza que padecen casi 270 mil personas? Preguntas todas que inquietan a los cartageneros.

Muchos dan como un hecho que el próximo mandatario de La Heroica será Wílliam García Tirado, avalado por el partido cristiano Colombia Justa Libres y quien, además, logró aglutinar las viejas casas del poder político y tradicional en la ciudad. No obstante, hay muchas sombras sobre su pasado.