Esta semana salió a circulación el libro ‘Una conversación pendiente’, en el que Íngrid Betancourt y Juan Manuel Santos hablan de capítulos que, hasta ahora, eran desconocidos para los colombianos.
En entrevista con Noticias Caracol, Juan Manuel Santos dijo que está seguro que fueron las FARC quienes asesinaron a Álvaro Gómez Hurtado, tesis que no comparte Íngrid Betancourt, quien además revela que el Mono Jojoy la amenazó personalmente con secuestrarla, pero que no le creyó.
Noticias Caracol: ¿Qué tienen pendiente para decirse?
Íngrid Betancourt: Siempre tengo cosas pendientes para preguntarle, en particular, tengo que preguntarle por Alejandro Gaviria.
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Juan Manuel Santos: Yo tengo pendiente qué va hacer Ingrid en la educación de sus nietos y nieta. Yo estoy es dedicado es a eso, entonces, por eso no le voy a responder la pregunta a Íngrid sobre Alejandro Gaviria, sino qué va hacer con nietos y nietas, que es a o que los expresidentes nos debemos dedicar.
N.C.: No deja de sorprender del libro que usted habla de que un cáncer de testículos lo llevó a la política, ¿cómo fue eso?
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J.M.S.: Me hicieron unos exámenes y me dijeron que yo tenía un cáncer en un testículos y eso me cambió a mi la vida durante esas horas, mientras rectificaban porque se habían equivocado. Ese mismo día (César) Gaviria me había llamado mientras yo estaba en la clínica a ofrecerme ser parte del gabinete, entonces, fue una coincidencia increíble porque dije ¿qué fue lo que dejé hacer? Política. Ese mismo día me ofrece un puesto en el gabinete y o acepté.
N.C.: Íngrid, en el 90-91 pasó a la política, ¿cómo fue eso?
I.B.: Juan Manuel me dice “bueno pero Ingrid a usted no la conoce nadie, no puede hacer política, pero si se decide a hacer política sepa que si no la eligen yo la guardo el puesto aquí”. Eso me dio alas porque yo vivía de mi sueldo.
N.C.: Cuando alguien tiene uno cuida un puesto y de esos se vive, pero ¿a usted la echó Rudolf Hommes cuando era ministro de Hacienda?
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I.B.: SÍ, pero fíjese que, hay una cosa muy curiosa, y es que él después se arrepintió y me dijo que yo por qué me había ido con Juan Manuel.
J.M.S.: Es que Rudolf también comete errores y esa fue una equivocación.
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N.C.: En el libro usted habla de su reunión con los jefes del Cartel de Cali que le confirmaron que había entrado plata a la campaña del expresidente Samper, ¿cómo fue esa confesión?
I.B.: Sí, yo me acuerdo que en un momento yo les pregunté a ellos ¿por qué ustedes están en el narcotráfico? Es decir, están acumulando plata y no la van a poder usar porque igual se van a ir a la cárcel y la respuesta de los Rodríguez Orejuela fue “lo que nosotros vamos a hacer en Colombia como los Kennedy en Estados Unidos: vamos a poner presidentes”.
N.C.: Presidente usted también tuvo un encuentro con los Rodríguez Orejuela sin saberlo. Usted gana el Premio Rey de España, le hacen un gran homenaje en Bogotá, pero ¿quién pagó la cuenta?
J.M.S: Alberto Giraldo, el periodista y amigo de los Rodríguez, dijo “quiero hacerles un homenaje” e hizo un banquete donde fue la crema innata de la política colombiana, estuvo Luis Carlos Galán, Álvaro Gómez, miembros del gabinete del presidente Betancourt, el presidente casia va, se excusó a último momento. Cuando estábamos terminando de cenar, se acercó Alberto Giraldo con un señor que yo no conocía y me dice “les presentó al anfitrión”, yo quedé muy sorprendido, el anfitrión era Miguel Rodríguez Orejuela, o sea, el que terminó pagando ese banquete.
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N.C.: ¿ Cuál fue la conversación de ustedes dos sobre las teorías de la muerte de Álvaro Gómez Hurtado?
I.B.: Hoy en día las FARC, en ese proceso de la JEP, donde están confesando todos sus crímenes, pero confiesan un crimen que no tiene nada que ver con ellos que es el crimen de Álvaro Gómez, entonces, para mí, la confesión de las FARC no la creo y en eso tenemos una diferencia con Juan Manuel.
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J.M.S.: Yo sí les creo a las FARC por una sencilla razón, una pregunta, ¿por qué diablos se van a atribuyeron semejante magnicidio si no lo comentaron? ¿Qué sacan con eso?
N.C.: Usted ha contado mucho sobre la ‘Operación Jaque’, pero ¿tiene algún detalle que tenga escondido y no se lo haya contado a nadie?
J.M.S.: Todos los que participaron en la ‘Operación Jaque’ fueron unos héroes, fueron una personas que arriesgaron su vida y, en ese sentido, creo que lo que está sucediendo ahora con uno de ellos, el coronel Esparza, quien iba a ascender a general, fue una tremenda injusticia lo que hicieron con él, sacándolo de las fuerzas.
I.B: Un mes antes de los ascenso, de manera sorpresiva, lo llaman a Esparza a calificar servicio y esto, básicamente, lo que le dicen al Gobierno es que tenemos pruebas irrefutables de que Esparza es un infiltrado del ELN. Obviamente, nosotros estamos pidiendo que se muestren esas pruebas. Yo estoy indignada porque él es el héroe de la Operación Jaque, es decir, es lo que tenemos para mostrar es la hoja de vida de Esparza es impecable, es un héroe, pero lo curioso, es que el que viene detrás de Esparza y quien asciende a general es el señor de los archivos, el antiJaque, el que no hace la operación.
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N.C: Antes de su secuestro, meses antes tal vez, usted estuvo en San Vicente del Caguán y puede ser la única colombiana que se ha sentado con todo el secretariado de las FARC. Ese día, el Mono Jojoy le hace una advertencia “la próxima vez que vengan, tengan cuidado porque nosotros vamos a comenzar a retener políticos” ¿Usted no le creyó?
I.B.: Pues yo intimidantemente me volteé hacia Manuel Marulanda y le dije “Manuel, ¿ esto qué quiere decir? Porque era una amenaza y Manuel dice “no le pare bolas al Mono, eso no va a pasar, esas son bobadas.
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N.C.: Y mire lo que pasó.
I.B.: Lo que pasó fue una historia muy difícil de narrar porque, en realidad, hubo una cuenta de cobro y yo había sido una opositora del gobierno de Andrés Pastrana, lo había apoyado al principio. Cuando yo voy a San Vicente y que él también tenía que ir porque era el final de las negociaciones de paz, él me retiro a mis escoltas.
N.C.: Además él va en un avión y usted manda al hermano del presidente a solicitar un cupo en el avión ¿Qué le dijo el presidente Pastrana?
I.B. No, Juan Carlos Pastrana, el hermano y amigo mío, me dijo “no Ingrid, Andrés no te va a llevar, no quiere que tú vayas, no te va a llevar. Tienes que ir por tu lado”. Entonces, armé un circuito para irme desde Florencia hasta San Vicente. Yo estaba en Florencia, cogí la carretera y tenía un esquema de seguridad extraordinario. El caso es que cuando yo llego a Florencia le dan orden a mis escoltas de no ir a San Vicente.
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N.C.: ¿Quién dio la orden?
I.B: Presidencia.
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N.C.: Y usted, al otro lado, buscando la forma de sacarla.
J.M.S: Pues años después, por supuesto, yo me dediqué a tratar de ubicar dónde estaban los secuestrados, eso era muy importante en toda la estrategia para golpear a las FARC porque les dimos los golpes más contundentes durante el periodo en que yo fui ministro de Defensa y después como presidente, pero esta operación fue golpe moral muy importante.
N.C.: En el libro hablan de pecados capitales, un pecado que leí de usted fue el de su amigo Néstor Humberto Martínez, fiscal que usted ternó ¿ se arrepiente de haberlo ternado?
J.M.S.: Yo me arrepiento de haber hecho muchas cosas y de haber terminado mucha gente, también el caso, por ejemplo, el procurador Ordoñez.
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N.C.: ¿Clara Rojas es un pecado capital? Lo que se puede leer en el libro es que usted siempre peleaban
I.B.: Fue culpa de Juan Manuel.
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J.M.S.: Un día me dijo“ lo que yo quiero hacer política y quiero hacer política con Ingrid”, entonces, yo llame a Ingrid y le dije: “mire uno en la vida pelea, pero también se puede reconciliar ¿por qué no recibe a Clara? Hacen pases, ella está muerta de ganas de trabajar con usted”. Se reconciliaron y después pasó lo que pasó
N.C.: Usted la llevó a la campaña presidencial, como secretaria general de la campaña, pero lo que se entiende es que ¿ella terminó el partido?
I.B.: Ella tenía mala relación con todo el equipo y eso fue diezmando al equipo hasta el punto en el que tuvimos un momento de crisis mayor que fue cuando una parte de las personas que trabajan se fueron sorpresivamente a apoyar a Álvaro Uribe y eso fue un días antes de mi secuestro. Esa fue como una mala racha.
N.C.: Lo más duro.
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I.B.: La muerte de mi papá porque la manera cuando supe que estaba muerto fue muy cruel. Tuve un duelo de un año en el que no podía dormir por las pesadillas.
N.C.: Han pasado 5 años ya del proceso de paz. El presidente Iván Duque, hablando ante la ONU, sobre un acuerdo de paz “frágil”.
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J.M.S.: El que queda mal es él, pero también el país, por eso, a mí me produjo mucha tristeza que el presidente vaya y diga eso y después venga y diga que él ha hecho más por la paz que el gobierno anterior.
N.C.: En días pasados se conoció la carta de los Rodríguez Orejuela en la que dicen que fueron "chantajeados” por el expresidente Andrés Pastrana. En la misiva dijeron que comprometieron al gobierno de Ernesto Samper, pero con la condición de que no los extraditar ¿qué opinan de eso?
J.M.S.: Pues yo creo que Andres Pastrana, en su visita a la Comisión de la Verdad, alguien había dicho que se había pegado un tiro en el pie, yo creo que se pegó un tiro en la sien porque esto revelaron los Rodríguez Orejuela lo deja muy mal ante la historia que Pastrana haya chantajeado a un cartel como el de Cali para hacerle un daño a su adversario político habla muy mal de él.
N.C.: ¿Hay algo pendiente todavía?
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J.M.S.: Sí, ¿cuántos nietos más va a tener?
I.B.: Tendría que preguntarle a mis hijas (risas).
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Vea aquí la entrevista completa: