Otro proyecto de ley del Gobierno se encamina a su discusión en el Congreso. Se trata de la ley de sometimiento, cuya ponencia se espera sea radicada entre el martes y miércoles de esta semana, con algunas modificaciones que van en sintonía a peticiones del fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa.
Tal vez el punto más crítico tenía que ver con la excarcelación, es decir, cuál va a ser la pena para aquellas personas que están privadas de la libertad, pertenecen a una estructura y quieren someterse a la justicia.
En ese caso se estableció que para aquellos que cometan delitos graves va a existir una pena de 10 años, mientras que para quienes cometieron delitos menores la pena va a oscilar entre 12 meses y 18 meses.
En cuanto a cómo será la etapa de sometimiento con las estructuras criminales, el acercamiento y conversaciones estarán a cargo del comisionado de paz, el proceso lo llevará la Fiscalía y las penas se van a determinar entre el Ministerio de Justicia y la Fiscalía General de la Nación.
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“Para los que ya están en cárcel se mantienen los cuatro años de pena supervisada, pero ya no ocho, sino tendrán que haber pasado 10 años en cárcel y su excarcelación, si contribuyen en todo, en el mejor de los casos será en dos años, un año o año y medio a que se firme el acta de sujeción colectiva y un año más donde la Fiscalía va a supervisar que cumple y ahí se dará la excarcelación”, dijo el senador Ariel Ávila, coordinador ponente de la ley de sometimiento.
El texto también señala que no se van a crear nuevos jueces, no se van a establecer nuevos tribunales ni tampoco otro mecanismo de justicia. Los procesos van a ser a través del Código Penal.
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De acuerdo con el ministro de Justicia, Néstor Osuna, “este proyecto de ley contiene una oferta generosa por parte del Estado colombiano a esas estructuras criminales de alto impacto. Si se entregan y confiesan sus delitos, entregan sus bienes, entregan la información de sus patrones criminales y reparan a las víctimas, el Estado les otorga un tratamiento penal más benigno que el ordinario, todo con el fin de vivir en una paz completa; esta iniciativa está pensada para estructuras criminales que no tiene vocación política”.