Para combatir la falta de información nutricional en los empaques de comida ultraprocesada que consumen los colombianos, el Congreso de la República aprobó una ley de etiquetado para este tipo de alimentos, también conocida como ley de comida chatarra .
“No nos cuentan la verdad sobre los altos niveles de azúcares, sodios y grasas, que nos enferman. Este proyecto pretende generar información adecuada, clara, frontal, con unos sellos que irán al frente de los empaques”, afirmó el representante a la Cámara Mauricio Toro.
Una vez se promulgue la ley de comida chatarra, estos comestibles deben advertir si tienen exceso de sodio, exceso de grasas saturadas, exceso de azúcares o contienen edulcorantes.
Para la Red Papaz y expertos, debe impulsarse la nutrición sana e informada, pues, de lo contrario, la salud de los niños, que son los que más consumen esos productos, podría resultar afectada.
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“En las personas entre 5 y 12 años, ya uno de cada cuatro tiene sobrepeso u obesidad, y el 56% de los colombianos, de acuerdo a la encuesta de situación nutricional de 2015, también tiene exceso de peso”, aseguró Carolina Piñeros, de Red Papaz.
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“El impacto de esta alimentación se ve sobre todo a nivel cardiovascular, porque aumenta el riesgo de infarto, enfermedades crónicas, como la diabetes”, señaló, por su parte, el endocrinólogo Henry Tovar.
Ley de comida chatarra: la polémica
Desde la Cámara Colombiana de Alimentos de la ANDI, aplauden la norma, pero hacen un llamado puntual.
“Bienvenido el etiquetado frontal de advertencia, pero que este no satanice a la industria. Por eso es importante que en el proceso de conciliación que se está adelantando se revisen los textos de Cámara, los textos de Senado, y a partir de ahí encontrar un equilibrio entre la importancia de darle la información al consumidor para que tome mejores decisiones”, dijo Camilo Montes, de la Cámara Colombiana de Alimentos de la ANDI.
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Precisamente frente a ese proceso de conciliación de la ley de comida chatarra, desde Red Papaz, promotora del proyecto, se lanzó una alerta.
“El grupo de congresistas que quedó para redactar el texto de conciliación tiene solo tres que han apoyado la iniciativa durante todo el tiempo y siete opositores”, sostuvo Piñeros.
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Terminada la conciliación, el texto pasará a sanción presidencial para que se convierta en ley.