El presidente de Colombia, Gustavo Petro, habló por primera vez ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Y habló duro. El jefe de Estado pidió a la comunidad internacional acabar de una vez con la “irracional guerra contra las drogas” y dejar de matar la selva de nuestro país.
Estas son las frases más contundentes de Petro en la ONU:
- Mi país no solo es bello, es también violento.
- La selva se quema, señores, mientras ustedes hacen la guerra y juegan con ella.
- Destruir la selva, el Amazonas, se convirtió en la consigna que siguen Estados y negociantes.
- Para ustedes mi país no les interesa sino para arrojarles venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión.
- No les interesa la educación del niño, sino matarle su selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas.
- Mientras dejan quemar las selvas, mientras hipócritas persiguen las plantas con venenos para ocultar los desastres de su propia sociedad, nos piden más y más carbón, más y más petróleo, para calmar la otra adicción: la del consumo, la del poder, la del dinero.
- ¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo?
- La culpable de la adicción a las drogas no es la selva, es la irracionalidad de su poder mundial.
- Por ocultar la verdad, verán morir la selva y las democracias.
- La guerra contra las drogas ha fracasado. La lucha contra la crisis climática ha fracasado.
- No toquen con sus venenos la belleza de mi patria. Ayúdennos sin hipocresías a salvar la Selva Amazónica para salvar la vida de la humanidad en el planeta.
- Yo les demando desde aquí, desde mi Latinoamérica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas.
- Se inventaron una guerra y otra y otra. Invadieron Ucrania, pero también Irak, y Libia y Siria. Invadieron en nombre del petróleo y del gas.
- ¿Para qué la guerra si lo que necesitamos es salvar la especie humana? ¿Para qué sirve la OTAN y los imperios si lo que viene es el fin de la inteligencia?
- Les invito a detener la guerra y a detener el desastre climático.
- Si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta.
- Estamos en guerra, también, con el planeta. Sin paz con el planeta, no habrá paz entre las naciones.