Al canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, lo agarró muy lejos y por sorpresa la tormenta que hoy se desató por cuenta de la accidentada adjudicación del contrato para la elaboración de pasaportes a la empresa Thomas Greg & Sons.
Fuentes cercanas a Murillo aseguraron que no tenía ni idea de que el secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores iba a tomar esa determinación, la de revocar lo actuado por el suspendido canciller Álvaro Leyva, quien había declarado desierta la licitación.
De hecho, Luis Gilberto Murillo tampoco estuvo al tanto de la decisión que minutos después anunció en la red social X de ejecutar la destitución del funcionario que adjudicó el contrato en un hecho que el jefe de Estado calificó como “traición”.
Y es que el tema lo sorprendió muy lejos, pues el canciller encargado estaba en una cita clave para Colombia: asistió en nombre del Estado al periodo número 55 de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.
Esta participación es importante pues por primera vez Colombia aspira a ser miembro de ese consejo para el periodo 2025-2027.