El Gobierno de Colombia, en cabeza de Gustavo Petro, aún no ha emitido una respuesta oficial sobre la ratificación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Mientras el mundo condena el fallo sin pruebas claras, la Casa de Nariño guarda silencio. Exmandatarios y políticos colombianos presionan al presidente Petro para que reconozca que el resultado de las elecciones venezolanas no fue legítimo.
Silencio del Gobierno de Colombia
Ni el presidente Gustavo Petro ni el canciller Luis Gilberto Murillo se han pronunciado sobre la reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, que ratificó a Nicolás Maduro como presidente sin mostrar las actas electorales detalladas. Este silencio ha generado inquietud y especulación en varios sectores.
Guillermo Fernández de Soto, exministro de Relaciones Exteriores de Colombia, criticó la postura del Gobierno actual. “Es indispensable que se reconozca la soberanía popular que Venezuela logró de manera significativa en medio de situaciones muy adversas”, aseguró.
Añadió que el silencio de Colombia es un desvío de su política exterior histórica de defensa de la democracia. Fernández de Soto también comparó la situación con la postura de otros países, afirmando: “Nos ven como un aislamiento, como una defensa a la dictadura que es lo que más me impresiona. Ejemplos en el mundo hay... El presidente Boric ha jugado un rol muy destacado, muy de defensa de los valores democráticos”.
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Críticas del Congreso
José Luis Pérez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, también criticó la falta de pronunciamiento del gobierno. Expresó que “Colombia debe pronunciarse rechazando ese pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia y la ratificación de Maduro como presidente ante la no verificación internacional recientemente realizada en Venezuela”. Pérez insistió en que Colombia debe adoptar una postura independiente y no seguir el camino de Brasil y México.
Postura de expresidentes colombianos
El expresidente Iván Duque no solo rechazó la ratificación de Maduro, sino que la calificó como un “golpe de Estado”, añadiendo que “lo único que se puede negociar son los términos de su salida, los términos en los cuales regresó la democracia a Venezuela”.
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El exmandatario Álvaro Uribe, en una carta enviada al canciller Murillo, describió la situación en Venezuela como una “dictadura fascista-castrista” con “más rabia, menos doctrina, completa corrupción y cero ética”. Uribe criticó las “tramposas simulaciones electorales” de Maduro.
El expresidente Juan Manuel Santos también rechazó el fallo del tribunal venezolano, afirmando en una publicación que “el fallo del Tribunal Supremo de Venezuela es una patraña. Colombia no puede, ni debe avalarlo, como se lo dijimos ayer al canciller Murillo en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores”.
Exmandatarios y políticos colombianos han exigido una postura oficial que se alinee con los valores democráticos y la defensa de la legitimidad electoral. El expresidente Duque cuestionó el papel de Colombia, Brasil y México como mediadores, y sugirió que estos países deberían reconocer primero la victoria de Edmundo González, un candidato opositor.
El próximo martes, 27 de agosto de 2024, la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso debatirá estas posturas y presentará sus argumentos al Gobierno. La falta de una respuesta oficial por parte de la administración Petro continúa generando controversia y presión tanto a nivel nacional como internacional.
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