Mientras no para la tormenta política y la presión del Gobierno nacional para que la Corte Suprema nombre a la nueva fiscal general de la Nación,
llama poderosamente la atención que parece no haber afán para nombrar en propiedad al contralor general de la República.
En esa entidad, el vicecontralor Carlos Mario Zuluaga ha estado ejerciendo como contralor general encargado desde el 16 de junio del año pasado. Es decir, lleva casi 8 meses como contralor encargado y, según los ritmos que lleva el Congreso para elegir un funcionario, todo indica que eso va a tomar varios meses más.
¿Por qué no se ha hecho mayor ruido para que ese órgano de control también tenga un funcionario en propiedad?
La pregunta no tiene una respuesta clara, pero sí llama la atención que el contralor Zuluaga ha sido, según algunos sectores, más bien tímido en el control fiscal del Gobierno.
Por ejemplo, si bien, el contralor (e) Zuluaga mostró su preocupación por las posibles diferencias que tendría el decreto de liquidación del Presupuesto Nacional con lo aprobado por el Congreso, no fue tan contundente como muchos expertos en el tema esperaban.
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Carlos Mario Zuluaga es conservador y del Atlántico y también ha llamado la atención que la semana pasada, cuando se dio la situación en la Corte Suprema de Justicia, ese que es uno de los partidos declarados como independiente, fue una de las colectividades que más se tardó en rechazar lo ocurrido y lo hizo de una forma muy diplomática.
Su presidente, el senador Efraín Cepeda, también del Atlántico, apenas hizo un pronunciamiento el viernes, un día después del asedio al Palacio de Justicia.
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Ante la relación de estos hechos, desde algunos sectores preguntan: ¿la Contraloría bajo el liderazgo de Zuluaga está convertida en un fortín burocrático del partido Conservador? A diferencia de la Fiscalía, dadas las circunstancias, a nadie parece interesarle una elección en propiedad de contralor.