Se está generando un muy interesante pulso de poder entre el Gobierno colombiano y algunos gremios económicos del país.
Para nadie es un secreto que la relación del gobierno de Gustavo Petro con varios asociaciones como la Andi, Fenalco y Camacol, entre otros, no es la mejor. ¿La razón? La reforma tributaria que, a juicio de los dirigentes gremiales, afecta al aparato productivo y el empleo.
Hasta ahí, nada nuevo. Lo novedoso es que Código Caracol pudo establecer que, si bien hay grandes diferencias con los gremios económicos, desplantes y mucha tensión con la Casa de Nariño, el presidente Petro no se ha quedado quieto.
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En las últimas dos semanas, han entrado al palacio no menos de 20 grandes empresarios de todos los sectores y todas las regiones de Colombia. ¿La razón? Buscan acercamientos por su cuenta con el Ejecutivo.
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De hecho, el presidente Gustavo Petro ha enviado emisarios a Medellín, Cali y Barranquilla a reunirse con los cacaos de las más importantes empresas.
En la capital de Antioquia, por ejemplo, sus emisarios se reunieron con las cabezas de empresas como Argos, Nutresa, Postobón y el Éxito, entre otras.
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A Código Caracol le contaron que esos empresarios dicen estar dispuestos a ayudar al Gobierno con propósitos como aumentar el empleo, reducir la pobreza y mejorar la productividad.
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"Las empresas no están para hacer oposición", le dijo a Código Caracol uno de esos cacaos con los que ha tenido contacto la Casa de Nariño.