El Bus Colombia llegó a la capital del Magdalena, donde los habitantes se han visto fuertemente afectados por la problemática de agua en Santa Marta, ya que esta llega cada 8 o 10 días y muchas veces en condiciones deplorables. Una de las mayores dificultades al respecto es el servicio de alcantarillado y el olor nauseabundo con el que llega el líquido y con el que los samarios deben vivir diariamente.
Para sobrevivir y conseguir el agua suficiente para sus hogares, los habitantes de Santa Marta han recurrido a métodos tradicionales como hacer pozos artesanales o abrir la llave de las tuberías que quedan expuestas en la calle.
Sin embargo, la situación en la capital del Magdalena es tan grave que los ciudadanos tienen una mezcla entre las aguas residuales y la tubería del líquido apto para el consumo. De acuerdo con una de las habitantes afectadas, muchas veces el agua sale negra o con olores desagradables, pero así se la deben llevar.
Incluso, se puede observar que en los pozos de aguas negras muchas veces habitan animales que propagan enfermedades entre los pobladores de Santa Marta, como el dengue y alergias en la piel.
El agua en esta ciudad, según sus habitantes, llega cada 8 o 10 días en cerca de 200 barrios que no cuentan con el servicio de agua las 24 horas del día. Por este motivo, cada hogar cuenta con un pozo para recoger el líquido, pero muchas veces este no dura el tiempo suficiente hasta que el agua vuelva a llegar.
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Muchos de los afectados por esta problemática de agua en Santa Marta han adquirido enfermedades dermatológicas como hongos, debido al consumo de este líquido, que suele llegar en mal estado. Adicionalmente, algunos negocios se han quebrado por la falta de este servicio, ya que se dificulta la lavada de los implementos y los olores que desprenden los alcantarillados son inaguantables.
Este fue el caso de Albeiro Santiesteban, un comerciante al que esta situación lo puso en una encrucijada. “Lamentablemente se quebró mi negocio a causa de las aguas residuales, no tengo agua ni dinero para comprar agua para lavar los implementos de la cocina. El olor es insoportable, los clientes se quejan mucho por eso y me piden servicio a domicilio porque no quieren venir. Tenía 10 empleados, pero no tengo cómo suplir los gastos”, lamentó.
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En la planta de tratamiento de Mamatoco se procesa el 88% del agua que consumen los habitantes de Santa Marta. Sin embargo, sus esfuerzos no parecen ser suficientes para garantizar la calidad en el servicio a la población.
“Necesitamos aunar esfuerzos, voluntades y proyectos. Necesitamos mucha más inversión”, aseveró el ingeniero Héctor Martínez, director de acueducto de Essmar.