Esta región llanera necesita una vía y los candidatos se aprovechan de eso. Un grupo de ciudadanos inconformes llegó a Bogotá a denunciar esta situación.
A orillas del río Meta se ubica la población de Orocué, tranquilo municipio de la Orinoquía colombiana donde José Eustasio Rivera se inspiró para escribir su obra cumbre, La Vorágine.
En este punto de los llanos orientales confluyen los departamentos de Casanare, Vichada y Meta. Aunque el pueblo cuenta con una importante infraestructura de obras, todos coinciden en que falta la más importante: vías de acceso.
Cansados de tanta promesa, un grupo de llaneros organizó una marcha llevando el inconformismo de la gente.
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Con los pies reventados llegaron a la capital liderados por Fernando Guío. Buscaron una oportunidad para denunciar su situación en el Congreso y fue allí donde la senadora Ayda Avella supo su historia.
Ayda los escuchó y logró gestionar unos minutos en el recinto del Senado para que soltaran unas palabras que tenían atrapadas en la garganta.
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"Estamos llamando la atención ante el gobierno nacional y el gobierno departamental para que de una vez por todas nos solucionen este gran problema que tenemos con la carretera”, dijo Ancízar Betancourt, uno de los caminantes.
Espere en el próximo informe un recorrido por el municipio de Orocué para visibilizar la situación.
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