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Marta Peralta Epieyú literalmente llenará de color el recinto del Senado porque, dice, ira a todas las plenarias vestida con sus mantas indígenas. Es originaria de La Guajira y creció en una ranchería de la comunidad wayú. Es la primera de su etnia en llegar al Senado por fuera de la circunscripción que por derecho tienen los pueblos indígenas en el Congreso; lo hizo de la mano del Pacto Histórico.
“Allá van a escuchar ustedes voces nuestras que esperamos representar con altura y con dignidad. No fue fácil para mí, no fue fácil competir en La Guajira con gamonales políticos, con todas las alcaldías trabajando hacia un solo sector”, manifestó.
Otra de las nuevas inquilinas en el Congreso es Julia Miranda, quien fue directora de Parques Nacionales. Aunque dice que nunca se imaginó haciendo política, ahora tiene sobre sus hombros la tarea de llevar a la Cámara de Representantes las banderas de Galán y el Nuevo Liberalismo, al ser la única congresista electa de ese partido.
Clara López, aunque muy conocida por sus años en la vida política, es la primera vez que se elige senadora: “vengo de toda una vida dedicada al cambio social en Colombia, con ideas de transformación social y ahora veo que las utopías sí son capaces de ampliar la frontera de los posibles”.
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En términos de renovación, la bancada del partido Conservador en la Cámara fue una de las que sufrió un verdadero revolcón, en este caso protagonizado por jóvenes. De los 25 representantes, 20 son caras nuevas, una de ellas Andrés Felipe Jiménez, de Antioquia.
Jennifer Pedraza ahora será representante a la Cámara por Bogotá. Pasó de liderar multitudinarias movilizaciones estudiantiles a ocupar una silla en esos recintos. Estas y otras figuras nuevas de todos los partidos políticos se encontrarán en los recintos del Congreso a partir del próximo 20 de julio.
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