Los jóvenes de Cúcuta están en una constante lucha para buscar oportunidades, además de enfrentar problemas de seguridad, desempleo, discriminación y educación, afirman. El Bus Colombia de Noticias Caracol habló con ellos.
Angélica Pérez, artista
En Cúcuta, la escena cultural, artística y deportiva está en manos de los jóvenes y muchas veces los jóvenes no sentimos que el oficio que realizamos se está dignificando, y muchas veces creen que con dinero o con poco dinero nos están dando lo que necesitamos y no es suficiente. La dignificación del oficio del artista es poder traer educación, poder oficializar lo que hacemos, poder pagar un salario digno a cada una de las cosas que realizamos.
Nos llaman a los artistas solo para decorar la ciudad, decorar las paredes o simplemente ser la fachada de un proyecto vial. Por ejemplo, llevar a los cirqueros a la calle, hacer una campaña vial que a la larga no tiene grandes repercusiones en la población, entonces es necesario poder crear una escena artística y cultural. En Cúcuta hay mucho deporte, hay mucho arte, mucho teatro, mucho rap, mucho muralismo y muchas veces eso se queda escondido detrás de la fachada del proyecto de la Alcaldía, o la fachada del gobierno, del proyecto de la gobernación. Y es necesario que los artistas tengamos un salario digno, mayores oportunidades, participación.
En Cúcuta hay mucha informalidad. El empleo en Cúcuta vive de la informalidad del comercio por ser una ciudad fronteriza. Entonces es importante tener en cuenta esa característica de la ciudad porque hay mucho migrante, hay muchas personas también que, a falta de oportunidades, se van del país o se van de la ciudad buscando más y mejores oportunidades. También los jóvenes de Cúcuta se están refugiando en las drogas, en el vicio, en la delincuencia, porque no hay educación.
Cúcuta tiene una un gran porcentaje de personas que son habitantes de calle, que los vemos viviendo en el canal Bogotá, por ejemplo, porque no encontraron oportunidades para ellos y se refugiaron en el vicio, en la marihuana, en la droga, y estamos perdiendo mucho talento porque esas personas que están ahí son muy talentosas para el rap, para el muralismo, para las artesanías y siento que estamos perdiendo mucho potencial juvenil por la delincuencia y los malos caminos.
Carolina Suárez, estudiante universitaria
Me siento insegura al salir de mi casa porque ya me han robado cuatro veces en menos de un año. Se me dificulta conseguir lo de mi salario, conseguir un trabajo digno, que me paguen bien y, al no tenerlo, me roban. Entonces, ¿qué estamos haciendo? Nos estamos hundiendo nosotros mismos, los cucuteños, por la inseguridad, el microtráfico, por todas las personas que viven y habitan la calle, porque no tienen oportunidades.
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Nos toca salir porque no nos podemos quedar en la casa sin la papa. Nos toca enfrentar nuestras inseguridades solos porque a la hora de buscar de pronto a la Policía nos sentimos solos porque no les corresponde su jurisdicción. Estamos sin empleo, nos roban. Los jóvenes somos el futuro y somos el presente, pero ¿a qué costo?
No solamente por la inseguridad vivimos con miedo, sino también vivimos con miedo al enfrentarnos a la realidad, que salimos de la universidad y no podemos conseguir un trabajo. Somos graduados que, también por la calidad que nos ofrecen de educación en la universidad, no podemos sentirnos con tranquilidad de ir y presentarse a una entrevista de trabajo porque nos da miedo que nuestras capacidades no sean lo que están buscando las empresas.
Luigin Tafur, estudiante de bachillerato
Yo hago parte de la comunidad LGTBI. Cuando salimos a las calles no faltan los comentarios de ‘ahí va el mariquita, ahí va el maricón’. Es un índice muy alto de las personas que se han suicidado por esto. La discriminación en Cúcuta debe parar ya. Ocasiona daños psicológicos impresionantes en los jóvenes de hoy en día.
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A los jóvenes de Cúcuta nos hace falta más conocimiento y que la alcaldía o la gobernación nos apoye más en los temas de educación.
Los jóvenes que no estudian los vemos en las calles, los vemos en vicios. Entonces, lo que queremos los jóvenes de Cúcuta es que apoyen la educación, que apoyen esas ofertas laborales que hay en Cúcuta, pero que a nosotros los jóvenes no nos las dan por experiencia laboral.
Joan Flórez, joven campesino
No tenemos las mismas oportunidades de los jóvenes de la ciudad porque salimos del colegio y no tenemos oportunidades, quedamos ahí. No hay acceso a la educación superior. Cuando terminé el bachillerato empecé a trabajar para ahorrar y ahí sí, más adelante, empezar a estudiar, hace diez años, porque no hay de otra. Hay familias que tienen tres, cuatro hijos, y les toca mandar uno a la universidad y los otros quedarse en la casa trabajando.
Lo ideal sería quedarse en el campo, pero igual tenemos que venir a la ciudad a estudiar para ejercer en el campo.
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Lo ideal sería estudiar y trabajar en el campo, pero la conectividad en el campo es nula. Los chicos que estudian en el colegio tienen que salir a otras veredas, a otras ciudades a conectarse, a hacer tareas, a hacer trabajos.