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El poder del clan Gnecco en el departamento del Cesar: así manejan los hilos de la política

Desde hace más de 20 años, el clan Gnecco maneja el poder en el departamento del Cesar. Mientras la baronesa Cielo Gnecco es prófuga de la justicia, le apuestan a perpetuarse en la Gobernación con una candidata cuestionada. Pecados electorales.

El departamento del Cesar ha sido dominado tradicionalmente por clanes familiares que se han alternado el poder a lo largo de su historia. Desde hace más de 20 años, ese control lo tiene el clan Gnecco: maneja la Gobernación y muchas alcaldías de la región.

La unidad investigativa de Noticias Caracol visitó la región para rastrear el poder de ese grupo con miras a las elecciones del próximo domingo, 29 de octubre de 2023. En el Cesar hay hermetismo, pobreza y obras faraónicas. Además, solo los candidatos opositores de sus fichas políticas se atreven a hablar.

Hoy, a la formidable sede de la Gobernación del Cesar le falta su gobernador. Luis Alberto Monsalvo Gnecco está suspendido desde hace dos años y en prisión domiciliaria por hechos de corrupción, pero eso no quiere decir que el poderoso clan Gnecco haya soltado las riendas del poder allí. El cargo lo ocupa el secretario de Ambiente.

Como lo reveló un informe de la unidad investigativa de Noticias Caracol, la familia Gnecco tiene un largo historial de líos con la justicia, tan largo como su influencia política no solo en el Cesar, sino en el Gobierno nacional. El escándalo más reciente fue la orden de captura contra Cielo Gnecco, la matrona del clan, hoy prófuga de la justicia, acusada de ordenar el homicidio de dos contratistas de la Gobernación de ese departamento.

De otro lado, el senador de la familia, José Alfredo Gnecco, también es investigado por compra de votos en las elecciones del 2018.

El poder del clan Gnecco se siente en las calles de Valledupar y en materia política son muy pocos los candidatos que escapan a su poderosa influencia que financia millonarias campañas y que los tiene gobernando desde hace 20 años, o bien por miembros de la familia o en cuerpo ajeno.

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Una de esas cartas para la Alcaldía de Valledupar es Ernesto Orozco, quien dice lo siguiente: “Yo no reconozco clanes, primero, y, segundo, somos apoyos de los partidos políticos, de la gente que nos apoya en Valledupar, no podemos decir que esto es de un político, que esto es azul, que es rojo, los problemas de Valledupar son de todos”.

Elvia Milena Sanjuan, exalcaldesa del municipio de San Diego, es de la entraña de los Gnecco y su apuesta para la Gobernación. Hasta el pasado 7 de octubre, la baronesa del Cesar, Cielo Gnecco, la acompañaba en sus faenas políticas. La candidata está imputada por hechos de corrupción y podría ir a la cárcel aún si logra el triunfo. Intentamos hablar con ella, pero no ha concedido la entrevista.

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Katia Ospino, también en la carrera por la Gobernación, habla duro contra la llamada candidata del clan Gnecco, de quien dice es “una mujer que está dispuesta a ir a la cárcel para proteger la red de corrupción o la bacrim que despacha desde la Gobernación del departamento del Cesar. Tiene toda la estructura, todos los recursos del Gobierno para salir a hacer política”.

Los candidatos del Centro Democrático en Cesar también sienten que luchan contra el peso desigual de apoyos oficiales y una clientela construida en las últimas décadas.

“Obviamente nos someten a los candidatos a jugar en un escenario muy desigual, porque la candidatura que enfrento, pues tiene al Estado al servicio de esa candidatura y es muy complicado porque es mucho dinero, nosotros estamos convencidos de que se sobrepasan, lejos, esos topes electorales”, dice Claudia Margarita Zuleta, candidata a la Gobernación del Cesar.

Laura Bonilla, analista política, dice que para que un grupo político sea considerado un clan debe cumplir varias condiciones: familiaridad, flexibilidad ideológica, es decir, jugarle a varios partidos, hermetismo en el interior de la familia, control del poder basado en cadena de favores y “la longevidad, deben tener un periodo largo de dominio en el tiempo, porque si no, simplemente serían una familia con mucho poder y los Gnecco cumplen cinco de cinco características de lo que es ser un clan político en Colombia”.

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