La jornada de elecciones del domingo 29 de octubre dejó como ganador de la Alcaldía de Cartagena a Dumek Turbay
, quien afirmó recibir “una ciudad que está patas arriba, una ciudad que está al garete, una ciudad que necesita seguridad ciudadana urgente, una ciudad que tiene que iniciar un proceso contra el problema medular de una comunidad inmensa en Cartagena que es la pobreza, que es el hambre, que es la desigualdad. A partir de hoy designamos comisión de empalme”.
Aseguró que hoy en Cartagena “no hay vencedores ni vencidos, hemos hecho un llamado a la unidad. Los problemas de Cartagena son gravísimos y requieren el concurso de todos. Recibo con agrado que las personas a las cuales enfrenté en la misma noche de ayer reconocieron la victoria nuestra”.
El alcalde electo indicó que para superar la pobreza vendrá un “gobierno de lo público, que pueda respaldar a los sectores productivos de la ciudad, pero también acompañar a tantas personas que anoche se acostaron sin un bocado de comida”.
También manifestó que “el alcalde mayor de la ciudad tiene que estar en las zonas más pobres, en las zonas donde hay más desigualdad. Ejerceremos un gobierno en las calles para luchar contra la pobreza, que es la madre de todos los problemas que afectan a los cartageneros”.
Sobre el centro histórico de Cartagena, Dumek Turbay se comprometió a combatir fenómenos como el proxenetismo y a “recuperarlo para el disfrute de los cartageneros, que este sea tratado como se debe tratar una joya patrimonio de la humanidad”.
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Actualmente, en la Procuraduría y en la Fiscalía cursan investigaciones contra Turbay. Ante la posibilidad de que sea inhabilitado en caso de que se materialice alguna envió un mensaje de “tranquilidad a los cartageneros, yo soy un hombre responsable, así ha sido mi vida y jamás pondría en riesgo el gobierno de la ciudad y sobre todo un gobierno que podamos hacer con tanta esperanza que hemos generado en los cartageneros. Yo solo tengo que decir que Dios es el único que puede determinar cómo será mi gobierno, mi periodo, pero por una queja o por una averiguación los cartageneros tienen que estar totalmente tranquilos”.