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La inseguridad es uno de los temas que más atormenta a los habitantes de Cúcuta, que esperan que la tranquilidad vuelva a la ciudad con el próximo alcalde. “A mi tía la robaron, la llevaron a un basurero, la dejaron tirada ahí”, contó Reina Castro mientras se aferraba a su bolso por el miedo que tiene en las calles.
Un total de 37 grupos delincuenciales delinquen en la capital nortesantandereana, dedicadas principalmente al tráfico de estupefacientes. De esta actividad, para la Policía de la ciudad, se derivan toda clase de delitos.
“La presencia de estas bandas nos genera varios fenómenos delictivos, entre ellos el homicidio violento que sucede en el marco de ajustes ilegales o venganzas. En el mes de julio tuvimos cinco confrontaciones de las cuales fueron todas intervenidas, hubo acciones tales como allanamientos y capturas de algunos cabecillas y sicarios”, dijo el coronel Carlos García, comandante de la Policía de Cúcuta.
Agregó que “de una sola organización llevamos este año 14 capturas, que son de la Familia P, cuyo cabecilla es una persona que está internada en las cárceles”.
Las autoridades también revelaron que los casos de hurto han aumentado en Cúcuta: de 2.302 robos que se presentaron en 2022, la cifra aumentó a 3.050 en lo que va de 2023. Los casos más recientes han sucedido en residencias, comercios y a personas.
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Mario Zambrano, economista del programa Cúcuta cómo vamos, detalló que “casi el 80% de la población se siente insegura o porque la van a atracar, o tiene miedo de que le vayan a asesinar. Las mujeres se sienten más inseguras que los hombres y por nivel socioeconómico, los más bajos son los que se sienten más inseguros que los que están en estratos altos”.
Como si fuera poco, las bandas delincuenciales pasan de un país a otro aprovechando la extensa frontera para delinquir, aunque las autoridades aseguran que han dado contundentes golpes a estos grupos en capturas y desarticulación de estructuras.
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“Se han afectado alrededor de 12 grupos de delincuencia común; los más importantes han sido el Tren de Aragua, lo que tiene que ver con los AK-47 en el centro de la ciudad, lo que tiene que ver con un grupo que se llama La Línea, también se hacían identificar como Autodefensas Campesinas de Colombia y Venezuela”, detalló el comandante de la Policía de Cúcuta.
El otro componente de esta cadena ilegal son los cultivos ilícitos. El más reciente informe del sistema integrado de monitoreo revela que la siembra de cultivos de coca en el Catatumbo bajó de 42.576 hectáreas a 42.043.
“Tenemos gran cantidad de bandas criminales, esto es un coletazo de la actividad del narcotráfico. Recordemos que estamos en el Catatumbo, casi que es el centro de la producción de droga en el Norte de Santander, y obviamente esto afecta a la zona metropolitana de Cúcuta”, indicó el académico y analista Édgar Alan Niño.
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